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BARCELONA

La Masia, esperanza anti-crisis

Ansu (2002) es la gran joya del Barça, que también quiere creer todavía en la generación del 99 (Collado, Riqui Puig, Monchu). Pero hay escepticismo por el futuro de la cantera.

La Masia, esperanza anti-crisis

La Masia ha tenido un baño de realismo en los últimos tiempos. Se tenga más o menos fe en la base, que ese es otro debate, la crítica más objetiva que rodea Can Barça está obligada a admitir que es difícil que el 'planter' sea una solución a corto plazo si la crisis golpea con fuerza al club azulgrana. Sea para ahorrarse fichajes de entidad, o para hacer caja con traspasos. Los tiempos de Valdés Puyol, Xavi, Iniesta, Piqué, Alba, Cesc, Messi e incluso de los de Sergi Roberto o Thiago, que apareció con futbolistas que fueron más residuales como Bartra, Tello o Cuenca, han terminado. Además de la valentía de entrenadores como Cruyff, Van Gaal o Guardiola, que modelaron futbolistas de tronío como Guardiola, Xavi, Valdés, Puyol, Busquets o Pedro, las exigencias son cada día superiores. Los jugadores jóvenes quedan asfixiados por la demanda rápida de resultados, que ata de pies y menos a los entrenadores. Sólo hace falta tomar el ejemplo de comportamiento de Setién, que anunció a su llegada participación de los canteranos y no les ha dado casi nada. Un peligroso círculo vicioso que termina por atacar directamente al talento de una cantera que, ojo, tampoco sale gratis. El Barça tiene 31,7 millones de gastos en el fútbol base, de los cuales 28 millones van a sueldos.

Sufre el Barça para encontrar otra gran generación. En el Barça B de García Pimienta juega ahora la 'clase' de 1999, capitaneada de Riqui Puig. Jugador protegido por la afición por el vínculo de su fútbol con el ADN y estilo Barça, el jugador crea dudas incluso entre los más radicales del sistema. Aunque el futbolista de Matadepera está haciendo un trabajo físico específico para hacerse jugador de primer equipo, no está resultando fácil. Y el salto tiene que llegar ya. Riqui cumplirá 21 años el próximo mes de agosto. La intención de la directiva, con Josep Maria Bartomeu a la cabeza, es que forme parte de la primera plantilla la próxima temporada. Pero también habrá que escuchar la opinión de Setién. Tiene contrato hasta 2021 y una cláusula de 100 millones de euros. El ruido mediático de Riqui Puig tiene algo más en silencio la evolución de Collado, otro volante fino, este zurdo, también de la generación de 1999. Como Riqui, apenas ha tenido unos minutos con el primer equipo y volvió a desaparecer de las alineaciones. El próximo verano también será decisivo para él.Collado tiene contrato hasta 2021 con opción de ampliarlo hasta 2023. Su cláusula es de 50 millones de euros pero pasará a 100 millones en cuanto sea jugador del primer equipo.

También son de la generación de 1999 los centrales del equipo, Araújo y Jorge Cuenca, y Monchu, un todoterreno que también encarna bien los valores del club. Pero todos ellos, como también Juan Miranda, el lateral izquierdo que tanto prometía y que tampoco está jugando en su cesión en el Schalke, lo tienen complicado. Miranda es de 2000, pero no ha progresado como esperaba. El club, además, ha dejado ir en los tiempos a Abel Ruiz, uno de los delanteros con más proyección del fútbol español hace unos años, por no hablar de los casos de Carles Pérez y el mismo Aleñá, intentando terminar de cuajarse en el Betis. 

En estos días, La Masia se llama Ansu. Él sí se anuncia como un jugador de larga trayectoria en el Barça. Pero su explosión parece tener más que ver con su impresionante talento innato que con el triunfo de un modelo. No responde el jugador nacido en Bissau al clásico modelo de volante tocador con el fútbol en la cabeza. Ansu, como en su día Messi, es un regateador que ha encontrado un buen lugar para desarrollar un fútbol de ataque y de uno contra uno. Ansu bate récords de precocida pero hay una inquietud. Qué pasará con él si llega Neymar. A sus 17 años, sin embargo, está en condiciones todavía de esperar un poco más e ir modelándose como hizo Messi antes de explotar a partir de la temporada 2005-06. Ansu tiene contrato hasta el año 2022 y una cláusula de 170 millones de euros. Sin embargo, en cuanto se convierte en jugador del primer equipo, lo ampliará hasta 2024 y su salida costará 400 millones.

La Masia, esperanza anti-crisis

Por debajo de la generación de 1999, aparece la de 2001. Konrad de la Fuente, extremo que ha destacado en la Youth League, es uno de sus jugadores de mayor proyección, aunque la esperanza se llama Arnau Tenas. El Barça busca desde Víctor Valdés un meta criado en la cantera y las condiciones futbolísticas de Arnau son ideales para jugar en el Barcelona. Son jugadores muy jóvenes aún. Quizá lo que más impacte es que Ansu es un año menor que ellos... Finalmente, el Barça también cree poder modelar a un diamante en bruto que responde a Ilaix Moriba. Física y técnicamente bien dotado, también hay esperanzas en él. Nacido en Guinea 

En otra época, el Barça podría estar silbando en otros tiempos de crisis. Ahora sólo tiene una maravillosa promesa que es casi una realidad, Ansu. Pero luego está el precipicio.