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FÚTBOL Y CORONAVIRUS

Una linier contra el coronavirus

Iragartze Fernández ha aparcado su labor en la banda de los terrenos de juego para centrarse en su faceta de enfermera en Bilbao. "Estar con tanta tensión desgasta".

Actualizado a
GRAFCAV4080. BILBAO, 31/03/2020.-La enfermera y árbitra de fútbol de la liga Iberdrola, Iragartze Fernández, trabaja en un centro de salud en Bilbao, en la tercera semana del estado de alarma sanitaria debido a la pandemia del coronav
Luis TejidoEFE

La vida de Iragartze Fernández ha estado marcada por una doble pasión, la enfermería y el arbitraje. Son sus dos profesiones, ambas vocacionales. Desgraciadamente esta terrible pandemia del COVID-19 le ha lanzado más a la primera línea mediática que el propio fútbol. La linier vasca acude cada día al Centro de Salud del barrio bilbaíno de Rekalde. Como otras muchas colegas, hace de tripas corazón ante lo que ve cada día y se la juega un posible contagio. "Estar con tanta tensión desgasta", cuenta Iragartze a Efe, "pero prefiero pensar en lo poquito que queda, más que en todo lo que hemos pasado".

La auxiliar afronta el reto "con ganas, con ilusión y con fuerza" para plantarle cara "al gran enemigo". Son días en los que han pasado los sanitarios de tenerlo todo controlado a cambiar protocolos y objetivos. “Tenemos un gran enemigo, que es este virus tan desconocido y hay que hacerle frente”. Todos entienden estos días más que nunca que el ser humano es muy vulnerable. “Tenemos que ser fríos, tener la cabeza en intentar ayudar a la gente y en salvar el máximo número de vidas posible. No sé de qué estamos hechos, pero tenemos que darlo todo ahora mismo”, argumenta la enfermera vasca, que admite que el agotamiento físico y psicológico cuando llega a casa es enorme. “Cuando llegas, quieres cenar, merendar o comer, y echarte un par de horas para desconectar de todo. Si pones la televisión, es como que continúas con el tema. Está bien, porque la gente al final en sus casas necesita información y saber qué está pasando fuera, pero para nosotros no es positivo porque nos recargamos demasiado”.

Al día siguiente trata de empezar de cero porque no sirve para nada llevar la mochila llena de recuerdos o cansancio. “Empiezo con ganas, con ilusión y con fuerza de pasar esto, para que termine lo antes posible -ratifica. En mi opinión, en vez de sumar o arrastrar, hay que ir descontando. Prefiero pensar en lo poquito que queda, más que en todo lo que hemos pasado. Tenemos que ser positivos porque cada día que pasa queda menos para salir de casa, para comprar el pan o para ir a trabajar tranquilamente”.

Lo que más echa de menos Iragartze es “salir a la calle y que la gente no te mire mal; es como que dicen: ¿A dónde vas si no tienes perro?”. Como todos en la etapa actual, echa de menos salir con los amigos y ver a su familia, apoyos que se están extraviando y “como personal sanitario, cada día nos llevamos problemas a casa por empatizar en exceso”. A ella le cuesta no empatizar con pacientes de su edad. Su consigna para acabar con esta lacra es clara: “Cuando nos quedamos en casa estamos consiguiendo que el número de infectados y de asistencias sanitarias se reduzcan. Es una forma de dejar de colapsar las urgencias, las unidades de cuidados intensivos o los centros de salud”. La juez de línea es enfermera por vocación, porque le pegaron el gusanillo familiares que son enfermeras. Y lo del fútbol y el arbitraje lo lleva en la sangre: “Empecé a jugar al fútbol con 5 años. Con 21 años tuve que dejarlo por una pubalgia. Me dieron la opción de operarme, pero no me daban buenos resultados. Tenía una compañera de equipo que siempre decía: 'cuando terminemos nuestra etapa de futbolistas, tenemos que ser árbitras'. Y con la pubalgia fue el momento de empezar esta nueva etapa. Nos apuntamos al cursillo en agosto y aquí estoy”. Lo echa de menos y confiesa que cuenta los minutos para volver a los terrenos de juego. Al menos sí puede celebrar la cada vez mayor presencia de la mujer en el mundo del arbitraje. Guadalupe Porras está en la Primera División masculina y todas son mujeres en la Primera Iberdrola. “Estamos alcanzando ese futuro y tenemos que seguir poco a poco recorriendo este camino para conseguir nuestros sueños y nuestras metas”. Sueños de fútbol y de un futuro sin el terrible coronavirus.