Una Ponferradina de dos caras
El equipo berciano ha hecho de El Toralín una fortaleza, pero su rendimiento cae estrepitosamente en los encuentros fuera de casa.
La Deportiva está ofreciendo en su vuelta a Segunda División dos caras bien distintas cuando juega en casa y fuera, al menos en lo referente a los resultados cosechados por el equipo de Jon Pérez Bolo hasta el parón provocado por la crisis sanitaria del coronavirus. Los blanquiazules son el cuarto mejor equipo como local y el peor de la Liga en lo referente a los resultados como visitante.
Así, mientras los bercianos han convertido El Toralín en una fortaleza donde sólo Las Palmas ha sido capaz de ganar como visitante, cuando la Ponferradina sale de su zona de confort las cosas han sido bien distintas. Tanto es así, que el equipo ha conseguido casi el 75 por ciento de sus 40 puntos como local (29) y sólo ha sumado 11 a domicilio.
El diferente rendimiento de la Deportiva en función del estadio donde juegue también queda patente en el aspecto goleador. Así, mientras en casa suma una media de 1,3 goles por partido y encaja prácticamente un gol cada dos encuentros, los números se revierten lejos de El Toralín, donde le cuesta más marcar y recibe 1,6 goles de media.
En cualquier caso, apartándose de los fríos números, uno de los lastres de los bercianos fuera de casa está en su dificultad para mantener marcadores favorables, ya que hasta en tres ocasiones (en Fuenlabrada, Santander y Albacete), vio cómo sus rivales le privaban de la victoria en los últimos compases del partido, seis puntos que auparían a la Deportiva a puestos de playoff de ascenso a Primera División.
Por el contrario, cuando se ve por detrás en el marcador le cuesta un mundo remontar. Así, sólo ante el Lugo, que pasó del 2-0 al 22, el Racing, del 1-0 al 1-2 y finalmente al 2-2, y el Almería, de 1-0 a 2-3, consiguió la Deportiva sacar algo positivo después de empezar perdiendo.