"Cada día las noticias son peores"
El futbolista sueco Isak se sincera en su país sobre cómo lleva en San Sebastián la crisis del coronavirus. "La verdad es que empiezo a aburrirme bastante", dice.
No es fácil para nadie sobrellevar a diario el confinamiento en casa por culpa de la alterna sanitaria del coronavirus. Pero si encima estás lejos de tu país, sólo y sin poder ver a tu familia, la agonía es aún mayor. Es el caso de Alexander Isak, el delantero sueco de la Real Sociedad, que espera en San Sebastián a que se normalice esta situación para volver a jugar partidos vestido de txuri-urdin. "Es una situación dura y muy especial para todos, nunca hemos sufrido algo como esto. Cada día recibimos peores noticias, primero nos dijeron que tres días en casa, luego cinco y ahora no podemos salir hasta el 11 de abril", señala en una entrevista concedida al medio de su país, Sportbild.
El delantero sueco de la Real Sociedad explica también que cumple fielmente con el estado de alarma por el coronavirus. "Sólo salgo de casa para comprar comida, si sales a la calle sin motivo la policia te para, es algo que me parece muy bien, tenemos que ser todos muy responsables y tener consciencia de que esta crisis solamente pasará si nos unimos y nos quedamos todos en casa”, señala convencido. Eso sí, a pesar de su concienciación, reconoce que el aislamiento casero se le empieza a hacer muy duro. "La verdad es que empiezo a aburrirme bastante. Pero esto es lo que hay, no queda otra, así que intento oasar el tiempo cocinando o jugando a la Play Station, ahora estoy mucho con el ‘Call of Duty’ o con el FIFA jugando partidos contra mis compañeros de equipo".
También cuenta Alexander Isak cómo mantiene la forma en el largo confinamiento en su domicilio en San Sebastián. "Es que ya son unas cuantas semanas sin poder entrenar y está claro que no es lo mejor quedarse parado, hay que hacer ejercicio para intentar mantener la forma. Por suerte tengo bastante espacio en casa para poder correr, también tengo la bicicleta que nos ha proporcionado el club y luego el trabajo que nos mandan los preparadores. Está claro que no es lo mismo, pero al menos no pierdo ritmo".