Las Palmas
Las batallas de Rubén Castro
El delantero de Las Palmas, de paro forzoso cuando estaba recuperando la forma. Ha jugado 13 partidos este curso y no conoce la victoria.
En el ocaso de una carrera más que prolífica, máximo goleador histórico del Betis como logro más que reluciente, Rubén Castro está viviendo una temporada para olvidar. Tampoco es que se haya olvidado de marcar goles, pues lleva cinco. Pero se ha pasado más de medio curso lesionado y, en los 13 partidos en los que ha participado, 31 jornadas en total, la Unión Deportiva no conoce la victoria. Ahora, con la cuarentena forzosa, todo es incertidumbre.
Ocurre que Las Palmas fue un equipo de motor diésel, de tanto que le costó arrancar al alba de la presente liga. Entre fichajes que no llegaban, problemas económicos e incluso de inscripción de futbolistas, los muchachos de Pepe Mel no consiguieron su primera victoria hasta la sexta jornada, un pírrico pero más que bienvenido 1-0 ante el Sporting de Gijón. Sin embargo, Rubén cayó en combate desde la cita anterior, cuando apenas pudo jugar 23 minutos en aquella ociosa tarde para el Almería en el Estadio de Gran Canaria: 0-3.
Arrastraba problemas físicos desde la temporada pasada, y a sus 38 años un cuerpo bien administrado pero castigado de tantos años de profesionalismo, le obligó a parar. Incluso, el 2 de octubre tuvo que ser operado en Finlandia de su interminable dolencia en el tendón del músculo semimembranoso derecho. Los servicios médicos le diagnosticaron tres meses de baja, pero tras aquella cita ante el Almería, el 14 de septiembre, no volvió a jugar, ante el Racing y en El Sardinero, hasta el 19 de enero (1-1).
Antes de pasar por el quirófano, Rubén había metido tres goles, incluido un doblete ante el propio equipo cántabro, en cinco partidos. Desde su regreso, y coincidiendo además con la peor racha del curso, han sido dos en ocho partidos. En total, la UD acumula 11 jornadas sin ganar.
Este curso, Rubén se ha medido, por orden cronológico, a Huesca (0-1), Málaga (1-1), Racing (2-2), Tenerife (0-0), Almería (0-3), Racing (1-1), Tenerife (0-0), Deportivo (2-1), Cádiz (1-2), Numancia (1-1), Alcorcón (1-1), Málaga (1-1) y Sporting (4-0).
Se le acumulan las batallas al menudo delantero de La Isleta. En el vestuario, pese a su alcurnia y veteranía, destacan su ejemplo de dedicación y profesionalidad. De momento, de su olfato goleador no se puede dudar. Pero cuando alcanzaba de nuevo un óptimo estado de forma tuvo que recluirse, como todos, en casa. Tampoco conoce la victoria. De momento, dos guerras personales que no tienen fin. Domina la incertidumbre. Como todo en tiempos de cuarentena.