Sergio Dorado: "Todos tenemos que buscar rutinas que nos mantengan activos física y mentalmente"
El preparador físico del Real Valladolid estima que, si se vuelve a la competición, harían falta como mínimo tres semanas de pretemporada.
El estado de alarma y de confinamiento al que se ve obligada la población para combatir entre todos la pandemia que nos afecta está obligando también a muchos a tirar de imaginación para mantener una cierta actividad física. En el caso de los deportistas de élite la cosa cambia, ya que esa actividad se vuelve no sólo necesaria como a los demás, sino obligatoria para mirar hacia un futuro, esperemos cercano, en el que tengan que volver a la actividad deportiva.
Los jugadores del Real Valladolid recibieron cuando todo esto empezó una serie de consignas que han ido variando según pasan los días y Sergio Dorado, como preparador físico de la primera plantilla, es el encargado de preparar los planes que deben seguir los jugadores en sus casas: "Nos pilló todo por sorpresa; durante el penúltimo entrenamiento nos comunicaron que los partidos se suspendían incluyendo el que teníamos que jugar en Leganés. Ya en el último entrenamiento que hicimos al día siguiente el club nos dio una charla en la que nos explicó la situación y lo que podía pasar, hablando en principio de que dos o tres días no se iba a entrenar y que nos fuéramos para casa a esperar noticias. Pensábamos que sería algo temporal, de dos o tres días, pero ya vimos lo que sucedió inmediatamente después, con la declaración del estado de alarma y ya no se podía salir de casa y eso nos hizo cambiar los planes iniciales. La primera reacción es de sorpresa, de no entender lo que está pasando; es una situación muy anómala, que nunca se había producido y a partir de ahí nos pusimos en marcha".
Sergio Dorado y su equipo preparó un planing para que los jugadores pudieran mantener el mejor estado de forma posible, dadas las circunstancias: "Programamos un trabajo de fuerza, trabajo de carrera, todo esto pensando que los jugadores podrían salir a la calle porque aún no se había establecido el estado de alarma. A partir de esa declaración tuvimos que cambiar toda la programación y lo que hicimos fue intentar que cada jugador tuviera algo de material en casa, el club envió a cada uno una bicicleta, gomas y diferentes artículos. Se les dio una planificación que incluía el trabajo en esa bicicleta, trabajo de fuerza con las gomas y así preparamos una semana entera de entrenamientos".
Lo que no es fácil es unificar el trabajo de todos, ya que cada uno vive de forma diferente y las casas no son todas iguales, desde los pisos normales, hasta los chalets con algo más de jardín: "Algunos jugadores ya tenían material de gimnasia en casa y otros sólo lo que les envió el club, pero hicimos unos entrenamientos globales para todos y luego otros entrenamientos para aquellos que ya tenían un material alternativo para que pudieran hacer un poco más".
El equipo de preparadores va planificando semana a semana y va resolviendo las situaciones según se van produciendo: "Al final de cada semana preparamos la siguiente. Ahora llevamos dos semanas y sabemos que estaremos al menos dos más, lo que hacemos es anticiparnos e ir preparando el trabajo. Hacemos vídeo llamada y hablamos con los jugadores para conocer que sensaciones van teniendo con el trabajo que les hemos preparado; estamos en contacto diario con ellos para saber si la sesión se les hace pesada, se les hace corta o larga. Hay unos que soportan mejor que otros el trabajar en esta situación y lo que hacemos es preparar la siguiente semana, pensando en que días se puede meter más trabajo aeróbico, otros más de fuerza, o core... vamos viendo cómo evolucionan para preparar la siguiente. Para ellos, que están acostumbrados al trabajo al aire libre, en el césped y con balón, se hace les hace extraño trabajar en un piso".
Estos factores hacen que prácticamente Sergio Dorado y su equipo tengan que personalizar el trabajo de cada uno de los 24 hombres que tienen a su cargo: "A la hora de preparar las sesiones no sólo hay que tener en cuenta la parte física, también hay que pensar en la emocional y psicológica. Tenemos jugadores que están con la familia y tiene niños, otros están con la pareja e incluso tenemos otros que están solos en casa y su situación es muy diferente a los demás. Luego están los que tienen la suerte de no estar en una piso de 70 metros, es decir, que tienen una casa con jardín o una zona un poco más amplia para realizar los ejercicios; además hay quien como ya he dicho tenía material propio de gimnasio y eso también lo valoramos para que lo puedan usar. Vemos lo que necesita cada uno, porque la cabeza busca cambiar rutinas y estados de ánimo, así que vamos variando y la cabeza lo agradece mucho más".
Al margen de la preocupación lógica por la situación de pandemia y de lucha contra la enfermedad, los deportistas de élite están acostumbrados a una exigencia de trabajo físico diario que no se corresponde con el que están intentado hacer estos días y eso les puede afectar: "Una de las cosas que más les preocupa es el qué va a pasar, tanto tiempo en casa, parados, ya que el trabajo que están haciendo en casa no es todo lo específico que se encuentran día a día en el fútbol. Sabemos que nos estamos manteniendo, pero lejos de lo que es nuestro hábitat general. Se trata de saber llevar mentalmente la situación, pero eso para ellos y para toda la sociedad, el estar 24 horas con los niños, el no poder salir a tomar algo, a dar un paseo y a eso le sumamos el no poder hacer la que es su profesión, entrenar día a día, competir, la presión de los partidos y de la competición... les falta esa chispa que les mantiene más vivos, pero para eso estamos nosotros, para animarles y darles tranquilidad, optimismo y para estar cerca de ellos".
Sergio Dorado, Sergio Sánchez y Alexis forman el departamento de trabajo y tienen claro que lo que no se puede perder "es el trabajo de fuerza que es el eje que cubre todas las demás cualidades básicas, eso tenemos que intentar que no se pierda, que al menos haya un mantenimiento, aunque es lógico que si estamos un mes parados, factores como la velocidad disminuyen con más facilidad, pero claro estamos hablando que en casa no tenemos espacio para trabajarla. Sobre todo son importantes los trabajos de fuerza, de tren inferior y superior. La parte metabólica o de resistencia es la que intentamos hacer de otra manera, con las bicis, para intentar que si hay una disminución, sea la menos posible".
Cuando todo esto termine y pensando en una hipotética vuelta a la competición, lo que querría decir que todo se ha solucionado de la mejor forma posible, habría que hacer una nueva pretemporada para acercarse a los niveles que se dijeron atrás: "Vamos a estar mínimo un mes parados antes de que se puedan reiniciar los entrenamientos. Un mes parados es lo más parecido a cuando paramos en verano por las vacaciones y en esa situación estamos munas seis semanas de pretemporada. Lo lógico sería hacer algo similar, pero seguramente no tendremos ese tiempo y además sería para preparar 11 partidos, con lo que yo creo que necesitaríamos unas tres semanas para que el jugador recupera el estado de forma y poder competir como parece que será, cada tres días. Tres semanas sería lo mínimo para recuperar un nivel mínimo".
Por último y como profesional que vive de la actividad física, Sergio Dorado aconsejó a las personas que están encerradas en casa que "todos tenemos que tener esa empatía, estamos encerrados en casa y tenemos ese agobio y que es un rollo porque a todos nos gusta salir, trabajar, entrenar, ir a los partidos... tenemos que pensar en esa gente que no puede estar en casa, que está en hospitales, o que tiene la enfermedad. Hay que tomárselo con tranquilidad, estar en casa, buscar rutinas porque el día es muy largo. Marcarse horarios y dentro de esas rutinas intentar buscar un momento para hacer ejercicio físico. Hoy en día es muy fácil meterse en internet y buscar ejercicios que se pueden hacer si ningún tipo de material. Se pueden hacer sesiones de yoga, de fuerza, de core, aeróbicas... es fácil hacer una sesión diaria de 20 minutos, media hora o una hora, algo que nos mantenga activos tanto física como mentalmente".