El gol, gran asignatura para el nuevo Fuenlabrada de Sandoval
En lo que llevamos de 2020 el Fuenla sólo ha marcado en dos de los diez partidos disputados: el balance es de cuatro tantos a favor. De sus cuatro delanteros sólo Jeisson ha marcado.
El gol es asunto serio. La clave del fútbol. No encajarlos. Marcarlos. El Fuenlabrada ha sido, en esta temporada de debut en Segunda, maestro disciplinado en la primera de estas disciplinas, la de evitar que le hagan goles. Sucede que en lo contrario, lo de marcarlos, ha suspendido. Recuperar la efectividad y el acierto en punta será una de las asignaturas clave para el nuevo Fuenla de José Ramón Sandoval.
Los guarismos ofensivos del equipo han sido raros, sobre todo porque la carga anotadora del equipo se la han echad a la espaldas todas las líneas menos una delantera (casi) seca. A saber, sólo Jeisson (dos dianas) se ha estrenado. El resto de arietes (Caye Quintana, Sekou y Oriol Riera) siguen con el marcador a cero. Y apenas faltan 11 jornadas para que acabe el campeonato. No es lo normal.
El club hizo en enero un esfuerzo para fichar dinamita. Las incorporaciones de Sekou y Caye Quintana se realizaron para superar ese déficit de acierto. Incluso el club apostó por mantener a los otros dos delanteros con tal de garantizarse una buena cuota de mordiente. No ha funcionado.
En lo que llevamos de 2020 (y salvo la excepción del alocado 3-4 ante el Alcorcón), el Fuenla ha sido un secarral de acierto. De diez partidos disputados, en ocho no perforó la meta rival. Más allá del Alcorcón, el equipo sólo fue capaz de batir al Albacete en el Carlos Belmonte. En lo que llevamos de año los goleadores han sido un defensa (Juanma), un pivote (Ciss), un extremo (Hugo Fraile) y un mediapunta (Ibán Salvador).
Ahora bajo el mando de Sandoval, el objetivo del Fuenlabrada es reactivar el ímpetu ofensivo de inicio de temporada sin descuidar la faceta defensiva. Tarea delicada en la que, de nuevo, será clave la recuperación de sus delanteros.