Martí calca los números de Machín el curso del ascenso
El actual técnico del Girona ha logrado dar estabilidad al grupo y lo ha asentado en el playoff. Antes del parón llevaba siete partidos sin caer. Mejora a Unzué y Eusebio.
El parón por culpa del coronavirus llegó en uno de los mejores momentos del Girona esta temporada. El conjunto rojiblanco encadenaba siete partidos sin caer (tres victorias y cuatro empates) y parecía que Pep Lluís Martí había dado con la tecla de la competitividad y la regularidad. Lo cierto es que el técnico tiene el objetivo de devolver al Girona a Primera, para ello se confió en él tras destituir este mismo curso a Unzué, y en la entidad gerundense hay, siempre y cuando se reanude la competición, confianza en lograrlo. Motivos tienen para ello porque la media de puntos sumados que acumula Martí (55'5 por ciento) es superior a la de Unzué (44%) y Eusebio (32'4%) y calca la que alcanzó Machín la temporada del ascenso a Primera, la 2016-17.
Martí se hizo cargo del Girona esta campaña en la jornada 14 y no tardó en devolver la confianza a la plantilla y catapultarlo en la tabla. Logró arrancar con seis jornadas sin perder, en las que firmó cuatro victorias y dos empates. Tras ello, pasó por un importante bache de tres derrotas seguidas (ante Numancia, Mirandés y Rayo), pero se sobrepuso y el equipo rojiblanco logra caminar con firmeza hacia el objetivo. Dar el salto definitivo hacia la lucha por el ascenso directo aún se le resiste, pero tiene la confianza de la directiva y sus jugadores. A su favor está que, con él en el banquillo, el Girona ha sumado el 55'5 por ciento de los puntos. Una media positiva teniendo en cuenta que sus antecesores, Unzué y Eusebio, no llegaron al 50 por ciento. La papeleta de Unzué no era sencilla porque recogió a un equipo recién descendido y presionado por marcar músculo ya desde el inicio teniendo en cuenta que su plantilla era la mejor valorada de la categoría. Costó tomarle el pulso a Segunda y el club decidió destituirle porque solo se lograron el 44 por ciento de los puntos. Ello era insuficiente para un Girona que tiene el objetivo del ascenso. Quizás faltó paciencia, pero lo que estaba claro es que no se querían repetir los errores del pasado. Y con Eusebio Sacristán se tuvo en exceso y no se evitó el descenso de categoría. El de La Seca logró aguantar todo el curso pasado en Primera y acabó cosechando únicamente el 32'4 por ciento de los puntos. Un final desastroso de curso le condenó a él y a un Girona que ahora necesita recuperar el espíritu ganador que se tenía cuando Pablo Machín era el entrenador del Girona.
Y a Martí se le empiezan a ver cosas de Machín. Es cierto que ha logrado mejorar la media de puntos que cosechó el soriano en su curso como rojiblanco en Primera (44'7 por ciento), pero, si se igualan en la misma categoría (Segunda), está calcando, de momento, los números que firmó la campaña 2016-17, que fue cuando se certificó el primer y único ascenso de la historia del Girona a Primera. Martí ha sumado el 55'5 por ciento de los puntos disputados y Machín hizo lo propio para acabar el curso segundo y subir por la vía rápida. Actualmente en Girona están pendientes de saber si se reanuda o no la competición y lo hacen con la esperanza de que la repuesta sea afirmativa y así seguir por el camino que les devuelva a la máxima categoría del fútbol español. Restarán 11 jornadas y será vital no bajar el ritmo.