Pendientes de las renovaciones de Unai Simón y Capa
Dos leones a los que el Athletic pretendía prolongar sus contratos durante estas fechas ahora pospuestas condicionadas por la crisis del coronavirus.
EI Athletic y los agentes de Unai Simón se iban a reunir estos días para empezar a negociar la ampliación del contrato del portero internacional Sub-21, que expira en 2023, y cuya cláusula de rescisión de 50 millones es escasa por el caché que se va granjeando. Por su parte, Ander Capa, indiscutible en el lateral derecho con un excelente rendimiento, acaba contrato en junio de 2022 y se pretende prorrogar su ligazón dos temporadas más. Su cláusula, tras ficharle desde el Eibar para cuatro temporadas antes de junio de 2018, se eleva a los 50 millones. El Athletic ya había arrancado sus contactos, aunque de momento de paralizan por razones obvias.
La idea de partida del club de Ibaigane con respecto al portero versaba en aumentarla hasta al menos los 70 millones. La amenaza de clubes de campanillas aconsejaban una medida ahora en compás de espera dadas las peculiares circunstancias socio-sanitarias que azotan el planeta. Una cita que estaba fijada para arrancar las negociaciones para actualizar del contrato de Unai Simón. El actual portero titular de Gaizka Garitano, de 23 años, está tranquilo. Es un chico con la cabeza muy bien amueblada, sabe que su sitio está en Bilbao. Apenas estuvo cedido un mes en Elche antes de que el Athletic le repescara por la marcha de Arrizabalaga. Representa la gran esperanza rojiblanca, una vez fugados el propio meta de Ondarroa al Chelsea y Remiro a la Real Sociedad. Paralelamente, su nombre está subrayado por Luis Enrique para competir precisamente con Arrizabalaga y De Gea como un tercero en discordia en la selección española.
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Por su parte, Ander Capa ha ofrecido un rendimiento brutal, pleno de potencia y ofensividad. El carrilero portugalujo, que se formó entre Lezama y el Danok Bat antes de aterrizar al filial del Eibar y promocionar desde Segunda B a Primera con su primer equipo, tiene ahora 28 años recién cumplidos y se entiende que puede servir de ejemplo para los Areso, Sillero y Álvaro Núñez que empujan desde el filial como laterales diestros del futuro en San Mamés.