El Leganés se inventa (y gana) su duelo aplazado contra el Valladolid
Los pepineros han recreado por Twitter el partido con un relato divertido, humorístico y lleno de consejos contra el coronavirus. Resultado: 2-1, goles de Óscar, Carrillo y Ünal... desde casa.
La suspensión de LaLiga por culpa del coronavirus Covid-19 no ha impedido que uno de los partidos programados para este fin de semana se haya disputado. De forma ficticia, con humor y desde Twitter. El Leganés - Valladolid se ha hecho realidad en las redes sociales gracias a una divertida iniciativa de los pepineros, que han retransmitido desde su cuenta oficial algo así como un encuentro inventado entre ambos conjuntos.
Todo trufado de referencias para pedir a sus aficionados y a la población que se quede en casa. Que hagan caso a las autoridades y eviten la expansión de la epidemia. También ha sido una manera de entretenerles en el reto de permanecer confinados. Este choque de ficción, por cierto, ha terminado con triunfo local. El Leganés ha vencido en su hogar (nunca mejor dicho) 2-1 con goles de Óscar Rodríguez y Guido Carrillo. Enes Ünal hizo el tanto vallisoletano en un remate lejanísimo... desde su casa, claro.
Aguirre repitió el once que ganó al Villarreal en la última jornada (ésta sí, real) disputada el pasado domingo. "Once valientes pepineros que hoy se quedarán en casa para ayudar a la sociedad y al sistema de salud público", anunciaba el equipo blanquiazul.
Ha sido éste un partido atípico. Obvio. Pero incluso en este choque de invenciones, se cumplió la tradición. No quiso el VAR ayudar al Leganés, quejumbroso por tanta afrenta silbato en mano. La desdicha arbitral persigue a un conjunto pepinero que, enfundando en batín y con pantuflas de tacos, reclamó mano dentro del área pucelana. Corría el minuto 23 y cuando el árbitro (desconocemos su nombre, pongan el que quiera, se trata de ficción) quiso revisar la acción en el VAR, se lo encontró cerrado. Igual que el bar con B. "Como siempre", se quejaban los pepineros.
Afortunadamente para el Lega Aguirre guardaba un as en la manga. O mejor dicho, en el domicilio de Óscar. El de Los Navalmorales hizo el primer gol de este choque de mentira, aunque la ejecución fuera muy real. Como suele gustarse el mediapunta: por la escuadra. Ayudó que Salisu no le marcaba de cerca. Mantenía la distancia. Un metro, por ser exactos. Lo que recomiendan las autoridades para evitar el coronavirus. Y tan real pareció el gol, que incluso contó narración radiofónica. Óscar Egido, periodista de la Cadena SER, lo gritó como si hubiera sonado en Carrusel.
Y en medio de la alegría, la sorpresa. El partido se paró allá por el 40'. "Siovas tuvo una urgencia y se marcha al baño. Ha ido a lavarse las mano. Bien jugado", explicaba el Lega en otro guiño a las recomendaciones sanitarias básicas. Ésta llegó justo a tiempo del descanso, justo antes de Aguirre y sus jugadores se marcharan a reponer fuerzas mientras el Vasco repartía "claves de Netflix y suscripciones a Movistar".
Pese a la amenaza de que los futbolistas no retornaran al partido por postrarse en el sofa viendo la tele, el choque se reanudó como si tal cosa. Cuatro minutos después, Enés Ünal marcó desde su casa (claro) el gol del empate. Llegaron los peores minutos para unos pepineros que vieron incluso como le anulaban un gol al Valladolid por fuera de juego del rematador, que estaba "echándose la siesta".
Ahí cuando el vértigo de no ganar ni en un choque inventado se adueñó de los aficionados de Leganés, llegó el tanto del triunfo. El 2-1 se cocinó a golpe de mando (de Play Station, se entiende) entre Bustinza y Carrillo que anotó el argentino apretando, decía el Lega, la tecla adecuada del juego virtual.
Y así entre tensión y nervios, con Aguirre volviendo a la defensa de cinco ("cerrojazo", bromeaba el Lega) y la afición local desplegada en los balcones de sus casas para reclamar el final del encuentro, llegó el silbato definitivo de este choque que terminó con final feliz para el Leganés... y para todos los que lo siguieron desde casa.
El duelo, por cierto, tuvo zona mixta. "Ahora un confinamiento y a dormir", declaró este Javier Aguirre también inventado que sonreía al ver como él y sus muchachos habían ayudado a alegrar la mañana a sus hinchas y a los que aman el fútbol. Ésos que aguardan en sus casas para que así, la normalidad vuelva cuanto antes y los goles, en lugar de virtuales, sean reales.