El derbi, una minucia: Sevilla avista ruina por el coronavirus

La suspensión de la 28º y la 29º jornada de LaLiga dejó para más tarde el derbi hispalense que Sevilla y Betis debían disputar este domingo en el Ramón Sánchez Pizjuán. Pero el impacto primaveral del coronavirus en la capital del Guadalquivir va mucho más allá del fútbol. En realidad, convierte en una anécdota, una minucia, la incomodidad de si este partido de máxima rivalidad se celebra más tarde o simplemente no se juega ya de nuevo esta temporada. Con la declaración de Estado de Alarma, Sevilla dice adiós prácticamente a su Semana Santa y se prepara también para aplazar su Feria de Abril.

En total, la ciudad, sus trabajadores y sus empresarios pueden perder un montante de alrededor de 1.300 millones de euros. Por comparar, el presupuesto total del Ayuntamiento de Sevilla es sensiblemente inferior. El que se ha aprobado en este 2020 no llega a los 1.030 millones. La Semana Santa de Sevilla, una de las más populares si no la más popular del Mundo, debía comenzar el 5 de abril con el Domingo de Ramos. Desde el punto de vista turístico y de consumo, el impacto estimado es de unos 400 millones de euros, según los hoteleros de la capital andaluza.

Por tener fechas fijas y tratarse de una celebración religiosa, la Semana Santa no se puede posponer y ya habría que esperar hasta el año que viene para poder disfrutar de ella. El montante económico es irrecuperable, aunque es cierto que en años de mucha lluvia también se han producido descalabros considerables, aunque nada cercano a lo que se puede sufrir ahora por el coronavirus.

Mucho más dinero deja la Feria de Abril, que aporta 900 millones de euros a la capital de Andalucía según un estudio de la Universidad de Sevilla, lo que le convierte en el primer reclamo turístico y en el mayor negocio con diferencia de todos los que existen a la orilla del Guadalquivir. Debería comenzar el próximo 25 de abril, sábado del tradicional Pescaíto.

La fiesta cambió de extensión el año pasado. Hasta entonces se celebraba de lunes a domingo. Ahora es de sábado a sábado. En este caso, el Ayuntamiento sevillano ya baraja otras fechas a las que aplazar (nunca suspender) esta fiesta mayor. Muchos señalan septiembre como el momento ideal para que se celebre.