Los dos viajes a Navata del Espanyol: del tee al hoyo 20
Del “Borja, quédate” y Vargas como fichaje más caro del Espanyol en vísperas del reestreno europeo a una estadía atropellada, con hasta 18 cambios en ocho meses.
Pretendía el Espanyol “atacar como un equipo grande y defender como uno pequeño”, en palabras de quien entonces guardaba las esencias del ‘Darderismo’, Sergi Darder. La ilusión que transmitía David Gallego era la misma que emanaba de cualquier perico en la primera incursión de esta misma temporada por Navata, el lugar que han pisado de nuevo, aunque fugazmente debido a la alerta por coronavirus, esta semana. Han transcurrido entre una cita y otra solo ocho meses, que parecen una eternidad, puesto que el Espanyol ha pasado del estado de la esperanza a la misma garganta del infierno. Del tee a merodear el hoyo.
En ese inicio del curso 2019-20, y a apenas dos semanas para estrenarse en la fase previa de la Europa League, contaba el club perico únicamente con dos fichajes: Bernardo Espinosa, que había firmado solo dos días antes de la estadía en Navata, y Ander Iturraspe, que lo hacía a horas de subirse al autocar. Aún seguían en la plantilla Borja Iglesias y Mario Hermoso, de los que decía Francisco Joaquín Pérez Rufete, director de fútbol profesional, que estaban “a tope” con el Espanyol. No se podía corroborar demasiado, pues allí se impusieron las sesiones a puerta cerrada que siguieron después ya por decreto con Pablo Machín y Abelardo. Y durante la estadía incorporó el club al que era el refuerzo más caro de su historia, por 10,5 millones de euros: Matías Vargas.
Marc Roca se unía a la expedición, a tiempo para que se le vinculara con el Bayern de Múnich, tras conquistar el Europeo Sub-21 y Hernán Pérez lo haría ya de vuelta a Barcelona, por haber disputado la Copa América. Wu Lei recibía en plena estadía el alta médica tras su operación del hombro, y David López y Pablo Piatti se ejercitaban juntos, entre carreras y bicicletas, recuperándose de sus respectivas roturas de cruzados.
Por su parte, Lluís López y Adrià Pedrosa estrenaban sendos dorsales profesionales en el primer amistoso del verano, ante el Peralada, en el Municipal donde los de Abelardo se ejercitaron este jueves. Un partido en el que fueron titulares el ‘Panda’ (la parte perica de la grada acabó cantando “Borja, quédate”) y Hermoso, quien en el minuto 19 dio un susto al retorcerse de dolor por una dura entrada del local Pime. Estaba a horas de recalar en el Atlético de Madrid.
No en vano, ocho de los futbolistas que integraron aquella estadía en Navata no han repetido en el actual y efímero viaje al Empordà: Hermoso, Borja, Hernán, Esteban Granero, Piatti, Lluís, Javi Puado y Álex López. Otros ocho, sin embargo, no estaban entonces pero sí forman parte ahora de la plantilla (no todos en Navata por lesión): Fernando Calero, Andrés Prieto, Jonathan Calleri, Raúl de Tomás, Leandro Carera, Adrián Embarba, Oier Olazabal y Sébastien Corchia. En total, 16 cambios más los dos de entrenadores. Casi nada.