Víctima de la autoconfianza

El Madrid se ha dejado en el actual campeonato liguero muchos puntos en esos partidos donde un líder sólido no puede permitirse pinchar. Tropiezos de esos que dice que el tópico que cuestan Ligas. Los de Zidane se han dejado en lo que va de curso hasta 15 puntos con equipos de la parte media-baja de la tabla (del duodécimo al vigésimo clasificado).

Estos despistes comenzaron pronto. En la jornada 2, después de un inicio prometedor de campeonato (1-3 en Balaídos) llegó el primer tropiezo: 1-1 contra el Valladolid (actualmente 15º) en el Bernabéu. Comenzaban las primeras dudas…

Poco después, en la jornada 9, llegó una de las mayores crisis del Madrid en lo que va de temporada. Visitaron al Mallorca, que actualmente es 18º, y el equipo naufragó con estrépito: 1-0 y muy mala imagen. Los blancos no reaccionaron, porque sólo dos partidos después, precisamente contra el Betis, se dejaron dos puntos en el Bernabéu (0-0). En ese partido, igual que en la vuelta, Rubi llegaba muy discutido y cogió aire gracias a ese resultado.

Ese empate sirvió de reacción y se terminaron los despistes contra los equipos de abajo… hasta que el Celta, 17º en la tabla, visitó el Bernabéu. El Madrid no estuvo fino y los vigueses se llevaron un valioso empate (2-2) con un tanto en los minutos finales.

Tras ese duelo, las dos últimas salidas del Madrid han dejado pésimos resultados: dos derrotas contra dos equipos que están en tierra de nadie en la clasificación, lejos del descenso pero también de las plazas que dan acceso a Europa. El Levante, actualmente 13º, se llevó la victoria en el Ciutat (1-0). Dos jornadas más tarde, tras el subidón de confianza del Clásico, el Madrid volvió a caer en los mismos errores y se dejó tres puntos de oro en el Villamarín (2-1) que le hicieron perder nuevamente el liderato. Otra vez Rubi, entrenador bético, llegaba muy discutido al choque frente a los madridistas. Y nuevamente el Madrid dio una vida extra al técnico rival…