Setién titubea con el dibujo
El 3-1-4-2 de su llegada se fue por la alcantarilla en Valencia. Optó por el 4-3-3 pero ha acabado reculando y jugando los partidos importantes de fuera con 4-4-2. En los dos casos, la vía Valverde.
"La mejor manera de ganar es jugar bien, y yo siempre prometo que mis equipos jugarán bien a fútbol". Setién llegó con esa declaración de principios al Barça pero, de momento, no ha cumplido. El Barça no ha sido un equipo brillante. Más al contrario, ha aburrido, especialmente con su festival de los mil pases sin sentido en los tres primeros partidos (Granada, Ibiza y Valencia). Luego, básicamente, se ha dedicado a copiar a Valverde. Setién sí ha cumplido en una cosa. Aseguró que podría haber novedades en el dibujo que duraron poco. Setién tardó poco en regresar a la vía Valverde. A su llegada, lo intentó con un 3-1-4-2 que se estrelló en menos de una semana, cuando perdió y pudo ser goleado en Valencia después de estar a punto de caer en Ibiza.
Setién cambió rápido, al 4-3-3, con Ansu Fati, Griezmann y Messi en la delantera. Pero llegaron los partidos importantes, fuera de casa, e hizo lo que durante dos años y medio había hecho Valverde. Jugar con un 4-4-2, fuese o no con rombo, con todas las vacas sagradas, entre ellas Arturo Vidal.
A Setién le toca tomar una decisión de aquí a final de temporada. No obstante, y viendo su modus operandi en los últimos partidos, el camino, si no vuelve a dar un volantazo, parece marcado y es copiar lo que venía haciendo Valverde. En los partidos de casa, Setién aprovechará el fichaje de Braithwaite para ordenarse en un un 4-3-3. En la delantera, podrá jugar con el danés y Ansu además de Griezmann y Messi. Es posible que incluso lo implemente en el partido de vuelta de octavos de final de Champions ante el Nápoles. Fuera de casa, sin embargo, parece difícil pensar que con la escasez de recursos que tiene pueda escapar del 4-4-2. Menos en Champions. Ansu ha dejado de tener oportunidades desde que fue titular en San Mamés. La llegada de Braithwaite y la llegada de partidos de peso le ha dejado sin sitio. Contra Betis, Nápoles o Madrid fuera de casa, el 4-4-2 ha sido intocable para Setién, que ya deja caer off the record que igual no tiene los elementos para implementar lo que quiere. Aunque eso tal vez tenga mucho más que ver con el modo de vida del vestuario. Nada que no supiera y no fuese capaz de administrar Valverde, que el año pasado se quedó a tres partidos del triplete y aun así fue puesto en el disparadero. Setién deberá decidir pronto qué camino toma su equipo si quiere que su estancia en Barcelona se prolongue la próxima temporada.