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BARCELONA

Bartomeu se la juega: doce años después el Barça podría acabar en blanco

La última temporada que el club blaugrana acabó sin sumar ningún título fue en la 2007/08. Desde entonces ha ganado como mínimo una copa, con dos tripletes por en medio.

El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu.
KABGTRES

Si bien es verdad que el Barcelona aún está vivo en dos competiciones -Liga y Champions- y que todavía no ha dicho su última palabra en ninguna de ellas, también es cierto que las sensaciones que transmite el equipo son cualquier cosa menos positivas. Y es que desde que Messi dijera que al actual equipo no le alcanza para ganar las Champions, todos los 'inputs' que han llegado desde el vestuario tienen un componente pesimista respecto al final del curso, y más aún si tenemos en cuenta que la plantilla se aguanta por alfileres, al contar con poco más de quince jugadores disponibles del primer equipo para cada partido por culpa de una nefasta gestión deportiva.

La situación que esta atravesando el equipo es totalmente nueva para Josep Maria Bartomeu. De hecho, desde que asumiera la presidencia, primero de forma interina en el 2014 y posteriormente tras ganar las elecciones en el 2015, el primer equipo de fútbol siempre se ha llevado como mínimo un título a la boca por temporada, con el clímax absoluto del triplete, conquistado en el primer año de Luis Enrique al frente del equipo en el 2015.

Así pues, en la primera temporada de Bartomeu, que cogió el cargo tras la dimisión de Sandro Rosell en enero del 2014, y con Tata Martino al frente, el equipo logró la Supercopa de España. Un año más tarde, y con Luis Enrique al frente, el ya comentado triplete. En las 2016/17 se repitió la Liga, además de la Copa, Supercopa de Europa y Mundial de Clubs. En la 2017/18, que acabó siendo la última de Luis Enrique, se conquistó la Supercopa de España y la Copa. Con Valverde al frente, en la primera campaña, se firmó un doblete, Liga y Copa, mientras que en la segunda, se sumó una Liga y una Supercopa de España.

Pero esta temporada todo se está torciendo. Para empezar se perdió la Supercopa de España frente al Atlético de Madrid en esta nueva modalidad que inventó la Federación Española de un cuadrangular jugado en Arabia Saudí. Esta derrota conllevó la destitución de Ernesto Valverde y el fichaje de Quique Setién. Con el técnico cántabro las cosas tampoco están yendo mucho mejor, ya que el Barcelona cayó eliminado de la Copa tras perder ante el Athletic (1-0) en San Mamés en los cuartos de final. En Liga, el Barcelona no depende de sí mismo tras perder ante el Real Madrid (2-0) en esta última jornada y en la Champions el equipo sacó un resultado apañado en Nápoles (1-1) en la vuelta de los octavos, pero tras jugar un fútbol muy mediocre.

De hecho, la última vez que el primer equipo de fútbol se quedó en blanco una temporada fue en la última de Frank Rijkaard como entrenador, 2007/08, con un vestuario totalmente dividido y con sus dos estrellas, Ronaldinho y Eto'o, enfrentados, que acabó arrastrando a una crisis institucional sin precedentes en el club, con la dimisión en grupo de buena parte de la directiva de Joan Laporta, que tuvo que asumir una de las decisiones más drásticas y valientes que se recuerda de un presidente: darle las riendas del equipo a un inexperto Josep Guardiola, que venía de ascender al filial de Tercera a Segunda B. Una decisión que cambió, sin duda, el rumbo de la historia del Barcelona.

Doce años después, el club blaugrana vuelve a encontrarse en una encrucijada: con una plantilla envejecida y corta, un entrenador que empieza a dar síntomas de estar superado por las circunstancias y una masa social que exige una reacción inmediata a su presidente.