Tragicomedia a la fuenlabreña
El Fuenlabrada dejó escapar la victoria pese a empatar, tras veinte minutos épicos, con dos expulsados. El Alcorcón dominó la primera parte.
El Alcorcón se llevó el derbi del sur de Madrid en la última jugada de un partido al que no le faltó de nada: tensión, goles y expulsiones. El partido empezó con 22 minutos de retraso por problemas con la electricidad que afectaron a la iluminación del Fernando Torres y al sistema de videoarbitraje. Con todo correcto, el balón hecho a rodar en un estadio que, pese al frío y a la lluvia, presentaba una buena entrada.
Los alfareros no dieron ni un minuto de tregua a sus vecinos de la Comunidad y, ya en el primer minuto, obligaron a estirarse al cancerbero local Biel Ribas. Dani Romera, con un gran movimiento en el área, era el protagonista de esta jugada. El Fuenla no tardó en devolver el golpe y, en la siguiente jugada, el lateral azulón Dani Fernández caía en la frontal del área mientras el Torres pedía penalti. Esta jugada metió a los locales en el partido, además templó los ánimos de los pupilos de Fran Fernández.
Oriol Riera, novedad en el once de Mere, era el protagonista del juego de los locales. Balón aéreo que surcaba el cielo de la plaza azulona, balón que ganaba el catalán. Así se hizo fuerte el Fuenlabrada. Además, el catalán tuvo en su cabeza la primera ocasión clara para los suyos con un cabezazo que se marchó alto en el 13’. Mientras, el centro del campo del Alcorcón intentaba que el esférico se hiciera uno con el césped para frenar el juego aéreo azulón. Cosas del fútbol, el primer gol del partido, vestido amarillo alfarero, llegó en una jugada de estrategia.
Luis Perea, que ya avisó anteriormente, remataba sólo el córner botado por Mula en el 28’. Inalcanzable para Ribas. Primer golpe para los locales, no sería el único. Sólo habría que esperar dos minutos para que Stoichkov, gracias a un regalo de David Prieto, batiese al portero local con una sutil vaselina. 0-2 en el minuto 30. La imagen del equipo de Fran Fernández fue la de una escuadra trabajada y de categoría en los primeros treinta minutos.
Tuvo que ser el capitán del Fuenlabrada Juanma Marrero quien rompiese la racha de seis partidos sin anotar de los suyos. Un cabezazo del líder del vestuario ponía el 1-2 en el 37’ y daba un poco esperanza a sus seguidores. Presente envenenado.
Otra vez Perea y, otra vez, el balón parado volvía a poner al Alcorcón con dos goles de ventaja. Corría el minuto 44’. El capitán, quien se disfrazó de villano, no siguió la marca del medio centro rival que picó el centro abajo. El VAR ratificó la decisión del colegiado, jarro de agua fría por partida doble. El Fuenlabrada pedía el descanso a gritos, el árbitro y el tiempo se lo concedieron.
El entretiempo trajo el mismo guion, un Alcorcón dominador y un Fuenlabrada noqueado. El equipo de Fran Fernández, bien plantado y con peligro en cada salida, hacía suyo el verde. Mere intentó revolucionar el partido dando entrada al ariete Caye Quintana y al mediapunta Randy Nteka por Oriol Riera y José Fran. Sin embargo, el Fuenlabrada seguía moribundo en el campo. Iglesias Villanueva fue el encargado de enterrar a los azulones. Primero, anuló, tras la intervención del VAR, el segundo tanto de Juanma por mano. Después, el trencilla mostró la segunda amarilla al capitán haciendo gala de muy poca mano izquierda al considerar voluntaria esta mano del capitán.
Los azulones estaban muertos, o eso parecía. Caye y Nteka, frescos al salir desde el banquillo, se echaron al equipo a la espalda. Sin embargo, Ibán Salvador puso la primera piedra de la remontada en el 69’. 2-3, y todavía 20 minutos de juegos. El Fuenlabrada hacía buena la frase de Helenio Herrera: “Al fútbol se juega mejor con 10 que con 11”. Los azulones se armaron de orgullo y humildad. En el 75’, Caye Quintana ponía la segunda piedra de la remontada. El onubense le sacaba un penalti de pillo al zaguero alfarero. Hugo Fraile, sin carrerilla como los artistas de este deporte, ponía el empate en el 77’. Tercera piedra y licencia para soñar. A los azulones les tocaba sufrir, más con la expulsión por roja directa a Caye en el 89’.
Se sufrió, se volvió a sufrir y se murió en la orilla. En la última jugada del partido, el lateral del Fuenlabrada Glauder, uno de los mejores jugadores de los suyos esta temporada, fallaba un despeje dejando solo a Arribas quien superaba a Biel Ribas. 3-4 y una oda al fútbol amarga para los fuenlabreños y dulce para los alfareros. Tragicomedia a la fuenlabreña.