La fe mueve montañas
El Mirandés mereció más en un duelo que se puso en contra con el gol de Stuani. El Girona se mostró algo conservador, sobre todo en la primera parte.
El Mirandés nunca se rinde y al menos los hombres de Iraola rescataron un punto en la recta final ante el Girona, aunque por los méritos contraídos mereció algo más (1-1). Stuani adelantó a los visitantes desde los once metros y Matheus hizo lo propio nueve minutos más tarde. El equipo rojillo saltó con las ideas claras al césped. Llevó la iniciativa en los primeros compases metiendo a los blanquirrojos en su área. Marcos André estuvo a punto de aprovechar un error en la salida de balón de Juanpe. Tras recibir la asistencia de Antonio Sánchez, el delantero brasileño no acertó en el remate que salió mordido. También probó fortuna Álvaro Rey desde la frontal, pero su disparo se marchó por encima del travesaño.
Había tensión. El Girona se empleó a fondo en muchas acciones, incluso por encima de lo permitido lo que encendió los ánimos del respetable en Anduva. Nada contentos con la actuación de Pulido Santana. Los pupilos de Pep Martí igualaron las fuerzas y el partido entró en una fase en la que apenas se contabilizaron llegadas de peligro. Antes del descanso, Marcos André tuvo la opción de abrir la lata. El ariete rojillo recibió un medido envío de Malsa, el mejor sobre el campo, pero no pudo superar a la zaga gerundense cuando ya armaba su pierna derecha.
El cuadro catalán tuvo mayor presencia en ataque en la segunda parte. Álex Gallar ejecutó un lanzamiento a la media vuelta que tropezó en un defensor para alivio de Limones. En el córner posterior, Juanpe cabeceó libre de marca y el meta castellano manchego atajó el cuero sin dificultades. El portero mirandesista tuvo que intervenir poco después en un centro al área de Álex Gallar que Stuani no llegó a peinar. Sufrió el Mirandés a balón parado y Ramalho se topó de nuevo con Limones que libró a su equipo de recibir un gol.
Estaba salvando a los suyos en los momentos de mayor agobio con un Girona que estuvo cerca de marcar con un disparo de Samu Saiz que desbarató por bajo Limones. Sin hacer grandes alardes ofensivos, los visitantes se encontraron con un penalti por manos de Odei que el ‘pichichi’ Stuani no desaprovechó para poner en ventaja a los gerundenses (0-1). Los rojillos no bajaron los brazos. Matheus reactivó el ataque y, en una maniobra del brasileño en el área, Granell tocó el cuero con la mano. Él mismo asumió el lanzamiento para batir a Riesgo que llegó a adivinar el sitio (1-1). Con este resultado, el Mirandés se mantiene en la zona media, todavía sin ganar en Liga en 2020, mientras que el Girona desaprovecha el tropiezo del Huesca. Sigue quinto en la clasificación.