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REAL MADRID - BARCELONA

Un superclásico bajo mínimos y una presión en máximos

El partido, con ambos equipos bajo la lupa, marcará La Liga más barata de los últimos diez años y el porvenir de Zidane y Setién. Kroos apunta a titular.

Actualizado a
Un superclásico bajo mínimos y una presión en máximos
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Entre el 27 de febrero y el 5 de marzo del año pasado el Madrid cayó dos veces contra el Barça y fue goleado por el Ajax en una serie de catastróficas desdichas que le hicieron perder, sucesivamente, Copa, Liga, Champions y entrenador (Solari). Contra ese fantasma y contra el Barça más inestable en tres años juega hoy el equipo de Zidane, inmerso en un derrumbe inesperado.

El último gol de Benzema decidió el derbi ante el Atlético. Desde entonces, el Madrid sólo ha ganado uno de cinco partidos, con tres derrotas en otras tantas competiciones. Y es que queda la impresión de que el equipo pende del hilo del francés, que nunca fue muy resistente. Y ahora anda seco (dos goles desde el 18 de diciembre). Al otro lado está Messi, aunque con matices, porque si ya empieza a acercarse a esa asombrosa media del gol por partido (23 en 27), ofrece una cara en casa y otra fuera. Ha marcado 19 goles en el Camp Nou y sólo cuatro a domicilio (el último, ante el Atlético, data del 1 de diciembre). Y también ha ido a menos en el Bernabéu. Máximo anotador de los clásicos (26 dianas en 42 encuentros), ha pasado los últimos cuatro en blanco, en su segunda peor racha ante el Madrid. La anterior duro tres años, entre 2014 y 2017, pero en su hoja de servicios figuran dos hat-tricks y cuatro dobletes.

Son, en cualquier caso, los dos futbolistas llamados a marcar la noche (sigue el partido en directo en As.com). Lideran la clasificación en la suma de tantos y asistencias y participan en un número relevante de goles en sus equipos: Benzema, en el 54%, y Messi, en el 53%. Pero ni uno ni otro parecen gozar ahora de la mejor compañía.

Al Madrid se le ha venido abajo el banquillo. Desde la marcha de Cristiano gastó 21,5 millones en Mariano, 60 en Jovic y 45 en Rodrygo. El canterano ha jugado cuatro partidos como titular en dos temporadas y ha marcado cuatro goles. Es la novedad en la lista, de la que sale el serbio, que lleva dos dianas en 24 encuentros. Rodrygo ha sido degradado al Castilla y está sancionado. Lesionado Hazard y venido a menos Lucas Vázquez, quedan Bale y Vinicius. El galés es un holograma desde hace tiempo. Ha marcado tres goles en los últimos 25 partidos con el Madrid, cifras casi calcadas a las del brasileño, al que le acompaña una leyenda bien fundada de baja definición. La alineación de Vinicius podría suponer el único cambio blanco respecto al duelo del Camp Nou, en el que jugó la misma defensa que ante el City y un centro del campo con cuatro: Casemiro, Valverde, Isco y Kroos. Y es que se espera al alemán, cuya ausencia ante el City aún está por explicar.

Braithwaite apunta a titular

Setién, al otro lado, no ha tenido ni diez partidos de cortesía, porque su culto al estilo se ha quedado en la superficie. En la Liga, han subido los pases de 690 a 720 por partido y ha crecido también la posesión en dos puntos, pero la media de goles ha caído de 2,5 a 2,1. Tampoco ofrece mejores sensaciones defensivas, sigue sin encontrar un centro del campo fiable y no ha acabado con la dependencia de Messi (ha marcado un tercio de los goles con él). Podrá contar con Piqué y no es seguro que repita un centro del campo de cuatro, con Arthur por Rakitic. Entra dentro de lo posible la primera titularidad de Braithwaite, que ya le marcó un gol al Madrid con el Leganés, a cambio de Vidal. A Setién, en cualquier caso, le va bien medirse a Zidane en el Bernabéu: empató una vez con Las Palmas y ganó dos con el Betis en tres visitas. El francés, por contra, no le ha ganado nunca al Barça en Liga en el estadio blanco.

La radiografía del partido dice que el Barça ataca mejor (16 goles más que el Madrid) y defiende peor (12 tantos encajados más), tiene más la pelota (64% a 57%) y le lleva más tiempo (40 segundos frente a 27) y más pases (14-9) marcar. Andan empatados en goles de estrategia, aunque el Madrid defiende mejor el balón parado (cinco goles encajados así, menos que nadie), dispara más, pierde y recupera más balones y gana más disputas defensivas y menos en ataque. Sin embargo, la gran diferencia entre uno y otro son los centros al área. 18 por partido manda el Madrid, el segundo de la Liga, una perversión muy criticada en su juego, y sólo siete el Barça, menos que nadie. Y al final de todo, dos puntos de diferencia en LaLiga más barata en diez años y el goalaverage en el aire, un espacio muy corto que define la trascendencia del duelo. Exagera poco quien lo ve como una final.