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LEVANTE

Morales: "La noche ante el Madrid la recordaré toda la vida"

El 'Comandante' acabó con una sequía de cinco meses sin ver portería para sumar tres puntos frente a los de Zidane en Orriols y lo cuenta para AS.

José Luis Morales posa delante de la portería en la que batió a Courtois.
ALBERTO IRANZO / DIARIO AS

Vaya noche la del sábado...

Sí, una noche para recordar toda la vida. La noche, el domingo, todo el fin de semana... La verdad que ha sido muy emocionante. Creo que mi familia se lo merecía también, que son los que han estado a mi lado todo este tiempo, y la verdad que verlos felices a ellos hace que sea un poco más especial también.

¿Cómo se celebra algo así?

La verdad que tuvimos entrenamiento al día siguiente, así que ese día poco pudimos hacer. Yo salí casi a la una de la madrugada entre unas cosas y otras. Sí que es verdad que el domingo fui a comer con mis padres, con mi familia y la familia de mi pareja y con ella. Estuvimos recordando un poco el partido y sobre todo disfrutando. Imagino que todos los levantinistas lo harían igual.

Dos goles al Madrid, dos victorias frente al equipo de su infancia...

Al final cuando uno es pequeño y ve fútbol casi siempre le gustan los que ganan. Eso es una realidad. Por suerte, aquí en el Levante hay un trabajo detrás que está haciendo que los niños se enganchen al club. Pero ya te digo que de pequeño no me imaginaba casi ni ser jugador de fútbol y tener la suerte de jugar en la máxima categoría del fútbol español ya de por sí es un orgullo y hacer lo que he conseguido también es un motivo de orgullo. Marcarle dos goles al Madrid justo en las dos victorias que he conseguido con el Levante es muy bonito.

¿Cómo vivió el gol?

Tres o cuatro minutos antes, igual pasó algo más de tiempo, tengo una jugada muy similar en la que decido hacerle un sombrerito a Ramos y sí que es verdad que tal y como acabó la jugada mi primera reacción cuando pasó la jugada fue pensar que tendría que haber chutado. Sí que es verdad que sabía que iba a ser el cambio y la jugada es muy parecida, pero por el otro lado y con un pase más vertical, y decido acabarla y con la suerte de que acaba en gol y con toda la repercusión que tiene después. Recuerdo que todo iba muy rápido. Veo que Nikola la pone y por un momento cuando la veo salir no sé si estoy en fuera de juego o no. Decido echar a correr y lo único que pienso es acabar la jugada por todo lo que había ocurrido antes y luego todo pasa muy rápido. Cuando miro el balón está dentro y escucho a toda la gente gritando y celebrando.

La celebración fue una parte muy bonita del gol.

Sí, al final ha sido mucho tiempo sin tener esa sensación. Tuvo un poco de todo. La emoción de que la grada volviera a cantar un gol mío, la adrenalina que supone marcar un gol al Real Madrid, la rabia que también llevaba dentro e incluso también luego se ve. Y, bueno, al final es una mezcla de sentimientos que van saliendo un tras otro. Ya te digo que eso fueron los sentimientos que más encontré: la emoción, la alegría y la rabia.

Y luego llegó el cambio y la ovación del Ciutat.

La grada siempre me ha demostrado su cariño desde que llegué. Al final me siento muy identificado con las señas del club y con todo lo que representa. Cada uno de nosotros intentamos dentro del terreno de juego demostrar esos valores de esfuerzo y sacrificio que al final dentro de este deporte son muy importantes. La verdad que fue muy emocionante volver a escuchar a la gente incluso corear mi nombre como en anteriores ocasiones y siempre voy a tenerle mucho cariño a esta afición.

Y, por último, en ese cúmulo de emociones vividas el sábado está el pitido final, con todos sus compañeros abrazados a usted.

Al final ahí dentro somos una familia, nos consideramos todos hermanos y sobre todo nos ayudamos entre todos. Al igual que otros compañeros están sin jugar o han estado en una situación parecida a la mía, intentamos ayudarnos entre todos y sobre todo nos alegramos de lo que consigue cada uno. Eso hace que el equipo esté muy unido y se note dentro del terreno de juego. El pitido final es la alegría de todos, la satisfacción del trabajo bien hecho y sobre todo conseguir los tres puntos ante uno de los mejores equipos del mundo.

Más allá de volver a marcar, ¿cómo gestiona un jugador como usted ese bache deportivo?

Al final todo lleva su trabajo. Hay un trabajo diario, en los entrenamientos, tenemos la suerte de tener una persona dentro del club que trabaja para que nuestra mente en ciertos momentos sepamos manejarla mejor y al final intentas hacer lo que uno sabe. Cuando juego a fútbol lo intento todo. Soy un jugador que pese a que a lo mejor no esté acertado en el regate o en el último pase, nunca voy a dejar de intentarlo, pensando que tarde o temprano todo llega. Y ese es el pensamiento que hay que tener. Más allá del resultado final. Todos durante la temporada tenemos un proceso y dentro de lo que uno puede manejar intento hacerlo de la mejor forma posible.

Precisamente una de sus mayores virtudes, más allá de sus cualidades como futbolista, es el atrevimiento y la confianza.

Sí, al final uno tiene que seguir haciendo las cosas que ha hecho durante todo su camino. Al final es una de las palabras que más utiliza Paco dentro del vestuario, que seamos un equipo atrevido, que seamos valientes. Y al final quien la sigue la consigue. El que no lo intenta no sabe lo que se va a encontrar. Y al final es lo que hay que hacer, intentarlo una y otra vez porque por estadística al final acabará saliendo.

Una virtud que representa al Levante de Paco López.

Una de las cosas que nos dijo Paco cuando llegó es que nos veía sufrir dentro del terreno de juego y que no debería ser así. El sufrimiento nos lo da la vida más allá del fútbol y que teníamos que disfrutar dentro del terreno de juego. Sí que es verdad que poco a poco ha ido introduciendo sus señas de identidad y hemos visto que el equipo ha ido evolucionando temporada tras temporada intentando seguir las pautas del míster. Creo que ese es el buen camino. Tenemos que escoger el trayecto de cuantas más cosas hagamos bien, más posibilidades tendremos de ganar.

El míster siempre ha tenido gratas palabras hacia usted. ¿Cómo es la relación entre capitán y entrenador?

Tenemos una relación muy buena. Más allá de lo deportivo, en lo personal también encajamos. Creo que desde que llegó se ganó el respeto de todos los jugadores del vestuario y creo que su carácter se basa en ser buena persona y nos lo inculca. Al final es muy difícil intentar que todos los jugadores dentro del vestuario estemos contentos, porque todos pedimos y pensamos que merecemos más minutos de los que disfrutamos, pero eso son cosas del juego. Y dentro de ese papel tan complicado que tiene Paco, intenta llevarlo de la mejor forma posible.

¿Su renovación para cuándo?

Estoy tranquilo. Ha habido un problema, por decirlo de alguna manera, que es el límite salarial. El club lo tenía bastante alto y se ha decidido dejarla para más adelante. Al final tanto el club como yo queremos seguir vinculados muchos años y creo que así va a seguir siendo.