Tercera peor racha en Liga en la historia del Athletic
Garitano repite la caída en la segunda vuelta en Eibar, cuando logró ocho puntos, descendió y le salvó la caída burocrática del Elche.
La Copa es la tabla de salvación de una temporada que empieza a ser como un dolor de muelas. Este Athletic puede pasar a la historia como el que recuperó la senda de los títulos (los importantes, ya que la Supercopa de 2015 es un éxito menor) pero también como el que registró la tercera peor racha de partidos sin ganar en Liga: van diez sin sumar tres puntos de golpe, el mismo lote que con Iribar de entrenador en la campaña 1986-87. Y sólo superan este ránking bochornoso las 11 jornadas de la campaña 2005-06 (en esta ocasión fue con dos técnicos, ya que Mendilíbar fue cesado y siguió la pauta Clemente). Y luego está el tope de Berizzo el año pasado, con 13 partidos sin ganar.
Garitano trata de romper ya esta dinámica que se proyecta desde el 1 de diciembre, cuando los leones se impusieron al Granada por 2-0. En esta tiempo, lleva cinco derrotas (ante el Betis la primera y las cuatro seguidas que acumula en el cierre de esta serie funesta: ante Getafe, Real Sociedad, Osasuna y Alavés). Y otros tantos empates, todos concatenados: ante Eibar, Madrid, Sevilla, Celta y Espanyol.
Han amasado solo cinco de los últimos 30 puntos. Lo dramático es que en los tropiezos ante Osasuna y Alavés el rival no hizo gran cosa, se limitó a esperar el error de un Athletic con tres centrales pese a que necesitaba ser ambicioso.
Gaizka Garitano está en su peor momento como entrenador rojiblanco, confesado por él mismo. El descenso está a nueve puntos. Va agotando ese crédito que le otorgó el presidente Elizegi hace una semana. Además, le persigue una sombra eterna. En la campaña 2014-15 cuando dirigía al Eibar, su única campaña completa con un club de Primera hasta la fecha, tenía 27 puntos en la primera vuelta y hasta soñaba con Europa.
La segunda fue un drama: sumó ocho puntos y cuatro de ellos fueron en las dos últimas jornadas, con un empate ante el Getafe y un triunfo ante un Córdoba desahuciado. No valió para nada, ya que sólo se libró del descenso por la caída administrativa del Elche.