El Levante, al pie del Himalaya
Más minutos para Hazard de camino a los partidos contra Manchester City y Barcelona. Gareth Bale se cayó de la lista. Plaga de lesiones en el centro del campo granota.
La conversación arranca desde el arbitraje. Al Levante-Madrid le han adjudicado a Hernández Hernández, canario, que arrancó un estruendoso caray de Butragueño tras el último Clásico, en el que el club blanco considera que obvió dos penaltis ‘clarisísimos’, reaumentativo a la altura del duelo. Y el Levante recuerda el encuentro ante el Madrid del año pasado en que una patada al aire de Dokouré que afeitó el gemelo de Casemiro acabó en penalti señalado por Iglesias Villanueva, un lance en el que se rompieron el partido y el cruzado anterior del levantinista. Así que árbitro y VAR ocupan el primer acto de un choque que pilla en mínimos al equipo valenciano y al pie del Himalaya al Madrid, que encadenará en cuatro días a Manchester City y Barça.
Mendy está a una tarjeta de la suspensión y se le da por seguro ante el Barça. De hecho, ya fue titular en gran parte de los duelos cruciales del curso: el Clásico de ida, los dos enfrentamientos ante el Atlético, la Supercopa… Así que puede que repita Marcelo. Y de ahí en adelante le sobran cromos a Zidane. Más tras la recuperación de Hazard, que ha regresado por encima de las previsiones más optimistas. Necesita más minutos que descanso. Tampoco ha encontrado Zidane relevo para Benzema y en la rotación de centrocampistas parece llegar el turno de Modric e Isco.
Bale, al que el francés siempre vuelve, pasó dos días sin entrenarse por una gastroenteritis y lo ha hecho a medias después, lo que le proporcionó una estupenda razón para prescindir de él ante un rival que se ha llevado por delante al Barça en las dos últimas visitas (en ambas llegaba líder al Ciutat de Valencia y en ambas dirigía al Levante Paco López). Con el Madrid le ha ido peor: sólo una victoria, y en el Bernabéu, en los últimos catorce enfrentamientos.
Mejor en Valencia que fuera
Hubiera preferido otro momento el Levante, cuyo decimotercer puesto es el más bajo desde que comenzó la temporada y que ha perdido cinco de sus seis últimos partidos. Sin embargo, su fuerte está en casa (20 de los 29 puntos los sacó en Valencia) y sus dos delanteros, Roger y Mayoral, se mueven en sus mejores registros personales.
Roger, El Pistolero, ha tenido una carrera llena de curvas. Canterano del Valencia, pasó por dos cesiones antes de consagrarse y ha sufrido dos roturas del cruzado anterior, la segunda después de marcar 22 goles y ser el gran impulsor del regreso del Levante a Primera. Este año, con diez (y tres dobletes), es máximo goleador nacional en LaLiga, junto a Gerard Moreno y Ángel. Como este, anduvo entre los candidatos a fichar por el Barça, pulso que finalmente ganó Braithwaite. El club se amuralló en su cláusula (30 millones) como única puerta de salida. Ya es el segundo máximo goleador histórico del club en Primera.
Mayoral, criado en la cantera del Madrid, suma cinco tantos y ofrece las mejores sensaciones desde que fichó por el Levante. Y Morales, bandera del club, ha jugado todos los partidos, pero ha sido suplente en tres de los cuatro últimos en Liga. Sólo ha marcado un gol en toda la temporada. El jugador crucial es Campaña, con pretendientes fuera, que ha participado en el 57% de los tantos del equipo.
Las estadísticas sitúan bien al Levante. Figura en mitad de la tabla en todas, ofensivas y defensivas, salvo en una: es el equipo de Primera que menos faltas comete. En el mercado invernal se ha limitado a cambiar cromos (Bruno por Cabaco y Koke Vegas por Oier) y echa de menos a jugadores importantes por lesión: Pier, Hernani, Rochina y Radoja. La pandemia que se ha cebado con los centrocampistas puede hacer coincidir en el once a Morales, Roger y Mayoral, un regimiento de artillería. Pegaría con el atrevimiento natural de Paco López, a veces criticado, e iría a favor del espectáculo.