Pere Milla, un goleador al primer toque
Ha marcado todos sus tantos valiéndose de un golpeo. El delantero catalán ha marcado en tres de las últimas cuatro jornadas, ante Almería, Málaga y Real Zaragoza.
Pere Milla está mostrando su mejor nivel en este inicio de 2020. El delantero catalán ha marcado en tres de las últimas cuatro jornadas, ante Almería, Málaga y Real Zaragoza. En Liga suma cinco dianas, sumando a las que anotó frente a Huesca y Deportivo de La Coruña, y las dos que hizo, en la Copa del Rey, en los duelos contra Yeclano Deportivo y Gimnástica Segoviana, desde el punto de penalti.
Todos los goles de Pere Milla, a excepción del que marcó el sábado ante el Real Zaragoza, han coincidido con resultados positivos. En las dos rondas de Copa se superó la eliminatoria y en las cinco jornadas de Liga en las que marcó se sumaron tres triunfos, un empate y la derrota del pasado sábado. Todos los tantos de Pere Milla, eso sí, han llegado al primer toque, mediante un solo golpeo. Incluido, evidentemente, el que hizo desde el punto de penalti frente a la Gimnástica Segoviana.
Milla, con respecto al equipo, asegura que el último tropiezo en casa, uno más, “no ha dejado secuelas en el vestuario” y destacó que “si un equipo como el Real Zaragoza celebra la victoria en el Martínez Valero como lo hizo el sábado, es que hay que estar contentos con esta línea de trabajo”. Ahora el ánimo de revancha se centra en el choque de este sábado frente al Tenerife: “Desde que acabó la jornada sólo pensamos en el siguiente partido para mejorar y ganar; el domingo estábamos jodidos, pero desde el lunes ya nos hemos puesto el mono de trabajo”.
De su buena racha, Pere Milla reconoce que, en estos momentos, está “fino” de cara a gol, “aunque lo importante es que el acierto sirva para puntuar y, por eso, me quedo con la espina del larguero y la última ocasión fallada”. “Soy el mismo Pere Milla de siempre; el futbolista profesional siempre debe tener confianza en sí mismo porque sabe de lo que es capaz, participe diez minutos o noventa. Desde fuera se me ve más suelto, aunque yo soy el mismo jugador, siempre con los pies en el suelo”, concluye.