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REAL VALLADOLID

Tras la decepción en Granada el equipo sólo piensa en el Espanyol

El enfado y la tristeza por el partido perdido en Los Cármenes darán paso mañana a preparar el encuentro del domingo, uno de los más importantes de la temporada.

Valladolid
15/02/20 PARTIDO PRIMERA DIVISION
 GRANADA - REAL VALLADOLID
 ENES UNAL TRISTEZA
ParkerDIARIO AS

Cuando Martínez Munuera pitó el final en Los Cármenes, los jugadores del Real Valladolid sintieron una enorme desazón, una incredulidad que todavía duraba ayer. Un partido que tenían ganado se les escapaba entre los dedos de las manos en unos últimos minutos para olvidar. La sensación general durante muchos minutos fue que los tres puntos iban a volar a Zorrilla. El gol de Guardiola encarrilaba el encuentro, pero dos acciones desgraciadas, dos fallos impropios de una defensa tan solvente como ha demostrado durante toda la Liga, echaba al traste un partido que eran más que tres puntos. El equipo pasaba de dar un paso de gigante hacia la salvación a acercarse un poquito al abismo. De mantener los ocho puntos de distancia, a cinco, que son seis por el golaveraje ganado al Mallorca.

En cualquier caso es difícil valorar las razones de ese desmoronamiento. Ayer en el vestuario todavía no se encontraban razones para explicar cómo los pucelanos se fueron de vacío de Los Carmenes, por qué el equipo permitió los dos goles, sobre todo, el segundo, incluso no se encontraba explicación a cómo se permitió jugar tanto en los minutos de descuento. Se rechazaba la teoría de que el equipo se metiera muy atrás. Después de todo, incluso en el minuto 91, el equipo pucelano presionó un saque de banda en la posición de lateral derecho del equipo local, robó el esférico y Plano tuvo una ocasión muy clara que detuvo Rui Silva. Tampoco la teoría del cansancio es convincente, cuando el Granada había jugado un partido de Copa el pasado miércoles. Entonces llega el momento de las hipótesis, a posteriori. ¿Y si Sergio hubiese metido a Sandro? ¿Y si hubiese entrado en el campo Javi Sánchez para reforzar el centro de la defensa? Nunca lo sabremos.

Pero ya no importa porque hay que mirar hacia adelante y llega el partido ante el Espanyol, encuentro que está marcado en rojo en el vestuario. Ganar a los blanquiazules sería poner 10 puntos más el golaveraje de por medio, en una distancia que se presume insalvable, incluso para el Espanyol. Empatar se entiende que sería el mal menor. Al fin y al cabo sería mantener las distancias con un equipo en buena dinámica y que es favorito para salir de abajo, pero lo que se tiene claro ya es que no se puede perder. La sola idea de caer ante el equipo de Abelardo pone los pelos de punta. Y puede pasar. Es fútbol y tiene un presupuesto que dobla holgadamente el pucelano: 35 millones por 86.

Por eso, las llamadas a la unidad serán más evidentes esta semana. No hay quejas al apoyo de la grada de Zorrilla al equipo, pero después de lo vivido en Los Cármenes, de la presión que ejerció la hinchada nazarí, todos los estamentos del club esperan, de nuevo, una implicación total para que la grada vuelva a ser el jugador número 12. Y es que parte de la permanencia en Primera se juega el domingo.