A Julen Lopetegui comienza a ponérsele cara de Machín
El Sevilla ha ganado cinco puntos de 15 y viajará a Cluj para dieciseisavos de Europa League, competición que se llevó por delante al soriano.
Aquel avión de vuelta desde Praga era la representación de un funeral. El Sevilla acababa de ser eliminado por el Slavia en los octavos de la Europa League, prórroga y ridículo incluidos. Un conciliábulo de directivos, junto a presidente José Castro y el entonces director deportivo Joaquín Caparrós, se producía en la parte más cercana a la cabina del avión, lejos de donde se encontraba la Prensa. Pero la impresión general, confirmada a la mañana siguiente de manera oficial, era la misma: a Pablo Machín le quedaban horas como técnico del Sevilla.
Cinco puntos de 15 en la segunda vuelta han sacado al Sevilla de los puestos Champions. La eliminación copera contra el Mirandés fue lluvia sobre mojado para la crisis, porque en Nervión perder dos partidos es ya una crisis, que sufre el equipo de Lopetegui, y en fútbol es leit-motiv mirar al banquillo cuando las cosas se tuercen.
Este miércoles Sevilla viaja de nuevo al Este de Europa, esta vez en dieciseisavos y una ida, para afrontar el comienzo de la eliminatoria contra el Cluj rumano. En el Sánchez Pizjuán ya hay voces importantes que sospechan de su entrenador... y que pedirían a Monchi su cabeza si hay un fracaso prematuro en la competición continental.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Así que a Lopetegui se le comienza a poner cara de Machín. Al entrenador soriano se le destituyó tras haber caído al sexto puesto, con cuarenta puntos después de 27 jornadas, el 15 de marzo del año pasado. Estaba a uno del quinto, el Alavés, y a cuatro del Getafe, que cerraba entonces las posiciones Champions. Tomó las riendas Joaquín Caparrós, que se mantendría en el mismo lugar, sexto, con 19 puntos más en las 11 jornadas que quedaban hasta el final.
De momento, Monchi no quiere ni pensar en tener que despedir al técnico, su gran apuesta en el regreso a la dirección deportiva sevillista. Pero en Nervión, que en los últimos años ha destituido a varios entrenadores sin necesidad siquiera de caer de puestos europeos, no se espera a nadie. Tampoco a Lopetegui.