Ansu, dos cursos en uno
Las lesiones de Suárez y Dembélé le han obligado a acelerar su progresión. Ha jugado más en siete partidos con Setién (488') que en 26 con Valverde (422'), el entrenador que le sacó y que quería protegerlo.
Ansu Fati corre más de lo más esperado. No era el plan previsto, pero las circunstancias le han atropellado. A él y al Barça. Con apenas 17 años cumplidos el 30 de octubre, esta debía ser una temporada de aprendizaje y poca exposición para el niño récord. Valverde lo hizo debutar el 25 de agosto contra el Betis. Lesionados Suárez, Messi y Dembélé, el Txingurri se atrevió a hacerlo saltar desde el Juvenil porque intuyó en él lo que no había en el filial. Ansu tardó sólo seis días más en hacer su primer gol en Pamplona y pronto debutó también en la Champions contra el Borussia Dortmund. Pero Valverde quería ir despacio con él. No quiso devolverlo al filial porque quería que aprendiese de los mejores, pero consideraba importante cuidarle y no exponerlo demasiado. Por eso empezó a gotear sus minutos y apenas le dio un par de titularidades más en Liga contra el Valladolid y el Celta. Las dos, en casa para protegerle. Con problemas en la rodilla derivados del crecimiento, el niño Ansu jugó siete minutos con Valverde en el Clásico del 18 de diciembre. Valverde se agarró a él en los últimos minutos de la Supercopa ante el Atlético de Madrid.
Pero esa lesión de Suárez, la marcha de Carles Pérez y la nueva lesión de Dembélé le han convertido en uno de los tres únicos delanteros de la primera plantilla. Y el guineano y sus tutores se han visto obligados a que haga dos cursos en uno. La era Setién se ha convertido en un nuevo reto para el internacional Sub-21, que en siete partidos con el cántabro, obligado por las circunstancias, ya ha jugado más minutos que con Valverde. 488 con Setién por 422 con Valverde. Setién no puede esperar porque necesita a Ansu, y aunque le ha protegido en escenarios como el Villamarín, sí lo ha puesto en ambientes crudos como San Mamés en Copa, por lo que puede intuirse que seguirá siendo un habitual hasta final de temporada.
Ansu fue estrella en el partido contra el Levante, fue de los pocos que no se arrugó en la noche de Ibiza y cumplió en San Mamés, especialmente en el primer tramo del partido. Todos quieren cuidar la progresión del futbolista, pero las circunstancias le van a obligar a correr más. Sólo es deseable que estos tiempos de apuro del Barça no terminen por quemarle.