La llegada de Josep Maria Duran a la dirección general del Espanyol ha supuesto un giro de 180 grados a las políticas económicas y deportivas del club en los últimos años, con Roger Guasch y Óscar Perarnau ocupando el puesto de mando de la entidad. Dos cabezas que ahora se aunan en la del ex director general del Getafe, que, como ya ha demostrado en este mercado de enero, pretende darle un vuelco al club con decisiones tan rompedoras como la de gastarse 41,5 millones de euros en reforzar la plantilla en enero para evitar el descenso.
Ese es el plan A de Duran. El dinero debe estar en el césped . El club rompe con la antigua fórmula de invertir solo la mitad de los ingresos por ventas de jugadores, una estrategia que había ayudado al presidente Chen Yansheng a recuperar su inversión y que llevó al club a Europa, pero que acaba “empobreciendo”, según opina el director general, la plantilla. Por eso mismo, a partir de ahora el club no tendrá reparos en reforzarse dentro de unos límites presupuestarios.
Este cambio de paradigma tampoco va a suponer un vuelco a la caja fuerte. El Espanyol acabará la temporada con el mayor superávit de los últimos años . Esto es posible por las ventas del pasado verano, los ingresos europeos y principalmente porque los fichajes de Adrián Embarba y Raúl de Tomás se negociaron a plazos, por lo que el dispendio del club es con luces largas en este caso. Con patrimonio y con una deuda más reducida, el Espanyol es el cuarto club de LaLiga con mejores fondos propios y puede maneter ese endeudamiento razonable.
Pero todo está supeditado a mantener la categoría. Por si eso no ocurre, el club trabaja en otro escenario, el del descenso . Con el compromiso ineludible del presidente, que acaba de realizar una ampliación de capital de 50 millones, el Espanyol se convertiría en el club con mayor presupuesto en Segunda y la dirección no tiene dudas de que se podrá conseguir el ascenso al primer año. De hecho, jugadores como De Tomás, Embarba o Leandro Cabrera, fichados en enero, tienen en sus contratos unas cláusulas para adaptar sus salarios a la nueva categoría sin perder ingresos. La cláusula del madrileño, de 60 millones, queda también inmóvil.
Junto a Durán, Rufete está al mando de las operaciones. Desde el 1 de febrero ya se han empezado a tratar los casos de los 11 jugadores que finalizan contrato . El club tiene intención de negociar la renovación de algunos de ellos , aunque aún no han empezado los contactos concretos. Mientras tanto, Chen busca nuevas fórmulas para dotar de ingresos la entidad.
Duran es el tercer director general de la era Chen. Ramon Robert se pasó principalmente con el límite salarial e hipotecó la plantilla. Roger Guasch estableció una fórmula que fue buena a corto plazo para el bolsillo de Chen pero que acabó con poner al club al borde de Segunda. El nuevo director general espera que “a la tercera vaya la vencida”.