1x1 del Madrid: brillantes Isco y Modric, desaparecido Bale
El malagueño y el croata tomaron el mando en los peores momentos del Madrid. El galés volvió al once, pero como si no. Jovic aprovechó los minutos de la basura.
Courtois: sostuvo a un Madrid que salió a El Sadar dormido con un paradón a Rubén García en el 4’. Diez minutos después, poco pudo hacer ante el inapelable cabezazo de Unai García con el que Osasuna se adelantó. En el segundo tiempo Casemiro le salvó del 2-2, despejando un tiro raso de Rubén García en el que el belga ya estaba vencido. Dominó bien el espacio aéreo.
Carvajal: todo el carril derecho para él, pues Bale empezó por ahí pero se cansó pronto y decidió marcharse a la punta de ataque. El de Leganés sirvió un balón excelente al galés que este no supo aprovechar, con todo a favor. En defensa, sufrió mucho en los primeros minutos con las subidas de Estupiñán. Ya en el segundo tiempo, le puso un balón raso a Benzema que en francés estrelló en un contrario (el Madrid reclamó una posible mano a Gil Manzano).
Varane: bien dominando el espacio aéreo y dando salida al balón con sus largas circulaciones, cuando Osasuna más apretó. Falló clamorosamente un remate solo ante un portero batido, aunque la acción fue anulada por fuera de juego.
Ramos: como Varane, bien para contener a Arnaiz y Rubén García, aunque apurado en los primeros minutos. Gil Manzano le perdonó una amarilla clarísima por una dura entrada sobre Rubén García. El Madrid ganó peso según avanzó el tiempo y él pudo cobrar más protagonismo para adelantar la línea y conjuntar al equipo blanco. Cerró el primer tiempo con otro de sus goles importantes, cabeceando en área pequeña un pase, también de testa, de Casemiro.
Mendy: capaz de estar participando del ataque y, apenas unos segundos después, cubriendo desde su puesto un contraataque rojillo. La diferencia con Marcelo es abismal, por mucho que el francés no tenga ni vaya a tener ninguna la fantasía del brasileño. Aun así, se sumó constantemente al ataque, combinando con Benzema por su flanco, aunque sin hacer daño.
Casemiro: empezó el partido con un grueso error, perdiendo la marca de Unai García que acabaría con el 1-0 de Osasuna. Se redimió con el paso de los minutos, bloqueando el juego rojillo en la frontal blanca, dando salida en conducción y con desplazamientos largos y, sobre todo, asistiendo a Ramos en el 1-2, con un cabezazo tras córner en el que no le pudo el ansia de querer marcar y sí la inteligencia de saber dónde estaba el sevillano. Para coronar su encuentro, salvó el 2-2 en un tiro de Rubén García que iba dentro y que el brasileño desvió lo suficiente, con Courtois batido.
Valverde: floja primera parte del uruguayo, un jugador hecho para moverse en grandes espacios, donde su despliegue luce. En El Sadar los hubo en los primeros minutos, cuando Osasuna apretó arriba y se destapó atrás, pero Valverde no supo encontrar su sitio. Lo hizo en el tramo final del primer tiempo, tímidamente. En el segundo tiempo acompañó los contragolpes blancos para aparecer como improvisado nueve y a punto estuvo de encontrar el premio, sobre todo a pase de Benzema. Le llegó ese premio en forma de asistencia a Jovic, en la prolongación.
Modric: el croata tomó, junto a Isco, el mando del Madrid en sus momentos más difíciles durante el primer tiempo. Actuando como interior diestro, buscó todo lo que pudo a Bale, pero el galés no le ayudó, por lo que acabó mirando más al flanco zurdo o a Carvajal. Sin asistir en ningún gol, estuvo presente en tres de ellos: sirvió el córner que acabó en el 1-3, dejó a Benzema en la frontal para que luego Lucas hiciese el 1-3 y también lanzó a Valverde para que este cediese a Jovic en el 1-4.
Isco: junto a Modric, artífice de la remontada blanca en el primer tiempo; le dio poso al Madrid cuando peor lo pasaba. Le falta volver a encontrar ese ritmo de conducción que tuvo hace años que le hacía también dañino como regateador, pero lo suplió con buenas conducciones y, sobre todo, con un golazo para empatar. Su gesto técnico fue bellísimo y preciso. Su buen partido se extendió al segundo tiempo, dando aire al juego blanco cuando Osasuna apretó por el empate. Se fue en el 82’, dejando el sitio a Vinicius.
Bale: si esto es lo que tiene que ofrecer, le espera mucho más banquillo y grada que césped en lo que queda de temporada. Su primer tiempo fue muy flojo, empezando por la derecha y fallando pases fáciles, perdiendo balones y dando aire a Osasuna. Incapaz de desbordar, se fue al área para buscar remates a un toque, pero también ahí se mostró pesado. Y con todo, disfrutó de una ocasión de oro en un centro de Carvajal que remató alto, con todo a favor. El empate a uno surgió tras un despeje defectuoso en una disputa en la que buscó el balón, su única aportación antes del descanso. La tónica continuó tras el descanso y fue el primer cambio, dejando el sitio a Lucas Vázquez en el 71’.
Benzema: útil en el juego de espaldas para dar salida en los primeros minutos, se volcó por la izquierda para tratar de crear el desborde que Mendy no puede generar por sí mismo, aunque sin suerte. En ataque, poco para él, apenas un disparo lejano con la zurda, un cabezazo en área pequeña que se fue muy alto y un remate en el área que se encontró con un rival, acción en la que el Madrid reclamó mano. Mostró su versión más altruista, lanzando las contras blancas. Sirvió un buen balón a Valverde en una de esas carreras y luego regaló el 1-3 a Lucas Vázquez para sellar el triunfo.
Lucas Vázquez: salió en el 71’ por Bale y mejoró por mucho al galés, en implicación defensiva y también dando continuidad a las jugadas blancas. Encontró el premio con el 1-3, bien resuelto por su parte y servido en bandeja de plata por Benzema.
Vinicius: salió en el 82’ por Isco, con muy poco tiempo para mostrarse. Aun así le dio para probar fortuna con su disparo un par de veces.
Jovic: salió en el 88’ por Benzema. Cambio para perder tiempo que el serbio supo aprovechar, marcando el 1-4 de salvaje voleón, a pase de Valverde.