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¿Qué fue de Pablo García, el uruguayo que jugó en Osasuna y Real Madrid?
El centrocampista uruguayo llegó a Europa de la mano del Atlético, desarrolló su mejor fútbol en Osasuna y jugó en el Real Madrid. Ambos se enfrentan hoy.
El centrocampista era una de las promesesas del fútbol uruguayo y llegó al fútbol europeo de la mano del Atlético de Madrid. Unos años más tarde, Pablo García recaló en Osasuna y su buen hacer en el club rojillo le llevó al Real Madrid, club en el que no tuvo toda la suerte del mundo. Colgó las botas en 2014 y desarrolla su nueva vida en Grecia.
Pando, Uruguay, 1977. Hace 42 años nació Pablo Gabriel García, un centrocampista defensivo que desarrolló gran parte de su carrera en la liga española y dejó muy buenas sensaciones en el CA Osasuna, en el que jugó tres temporadas. Firmó por el Real Madrid, club en el que nunca llegó a encajar y pasó en Grecia los últimos años de su carrera.
Pablo García, apodado como el 'Canario', se formó en las categorías inferiores del Montevideo Wanderers. Por ese club uruguayo también pasaron futbolistas de la talla de Enzo Francescoli, Mauro Camoranesi o Fernando Muslera, actual guardameta de la selección uruguaya. Pablo García entró a la cantera de los blanquinegros con tan sólo 16 años y con 19 ya completó una temporada con el primer equipo.
Peñarol y el salto a Europa con el Atlético
Después de una cesión de apenas seis meses en Peñarol, varios equipos europeos quisieron hacerse con él y fue el Atlético de Madrid el que se llevó el gato al agua. Los rojiblancos le ficharon cuando tenía 20 años y le dejaron cedido seis meses en el Real Valladolid, pero únicamente disputó 14' en un partido de Copa ante el Mérida con los pucelanos. Tras esa cesión fallida, en el verano de 1998 es cedido seis meses -hasta final de temporada- al Peñarol y jugó diez partidos.
Después de su vuelta relámpago a su país natal, Pablo García jugó dos temporada con el filial del Atleti antes de marcharse libre al Milan en la campaña 2000/2001. En el conjunto 'rossonero' tiene una competencia amplia en su puesto (Gattuso, Ambrosini, Guinti, Boban y Albertini) y sólo jugará cinco partidos. Esa temporada fallida hace que uno de los clubes más grandes del Calcio lo ceda al Venezia, que jugaba en la Serie A en la 2001/2002. El uruguayo no tiene el protagonismo deseado, 14 partidos, pero aprovecha sus minutos y pese al descenso de su equipo sus esfuerzos tendrán premio.
Osasuna relanza su carrera
El conjunto navarro pone sus ojos en él y Pablo García llega libre a Osasuna en verano de 2002. Sus tres temporadas en Pamplona serán las mejores de su carrera deportiva. El juego del equipo, intenso y rápido, cuadra a la perfección con las características de un futbolista que encuentra la continuidad en una plaza que aplaude el esfuerzo y el sacrificio.
Reflejo de su carácter es la bronca que tuvo con Iván Helguera cuando éste jugaba en el Real Madrid y el uruguayo en Osasuna. Días después, Pablo García fue claro: "Todos los partidos son una guerra y dentro de la cancha vale todo. Fue un partido calentito como lo son todos. A mí me gusta poner la pierna fuerte siempre y si me la ponen también me gusta. Pasa en Italia, en Uruguay y en todos lados. No es un deporte, es una guerra".
También destacó en varias ocasiones el ambiente que vivió en la grada de El Sadar: "Muchos partidos no jugábamos bien pero sacabas ese plus porque la grada te empujaba". También ha comentado que el conjunto rojillo fue el mejor en el que ha estado y que todavía deja en Pamplona muchos recuerdos y amigos".
Después de tres temporadas, 80 partidos, 6 goles, 38 cartulinas amarillas (17 en una temporada) abandonó Osasuna. Un Osasuna con el que llegó a disputar una final de Copa del Rey (temporada 2004/2005) que perdió con el Real Betis después de eliminar a Atlético de Madrid, Sevilla y Getafe.
Su etapa fallida en el Real Madrid y las cesiones a Celta y Murcia
Su sensacional campaña hace que el Real Madrid se interese por él y el club blanco lo firme tres temporadas por cinco millones de euros. El propio Roberto Carlos alabó su fichaje: "Es un jugador muy serio, para muchos un futbolista muy bruto, pero para un equipo viene perfecto porque se posiciona muy bien. Juega con y sin balón y si viene hará al Madrid todavía más fuerte. Para mí, el futbolista perfecto".
A pesar de los buenos augurios, de su participación en la temporada 2005/2006, 26 partidos con el Real Madrid, y de hacerse con el puesto por delante de Gravesen, no llegó a cuajar y muchos aficionados califican su etapa en el club blanco de fracaso y de decepción.
La llegada de Fabio Capello en el verano de 2006 le obligó a buscar una salida y se marchó cedido una temporada al Celta de Vigo. Pablo García disputa tan sólo 19 partidos debido a las lesiones que encadenó durante toda la temporada. El descenso del equipo celeste puso punto y final a su etapa en Galicia y retorna al Real Madrid, que le cedió e de manera inmediata a un Real Murcia que acababa de ascender a Primera. Vuelve a descender con el equipo murciano y finaliza su contrato con el Madrid en verano de 2008.
Se conviertió en ídolo en el PAOK griego
Su llegada al PAOK fue muy convulsa. Durante sus seis primeros encuentros en la liga griega, Pablo García recibió tres rojas. Una de ellas en el derbi ante Olympiacos en una pelea con Diogo Luís en la que recibió un codazo y soltó un puñetazo. Fue sancionado con tres partidos. A pesar de ello y de su periodo de adaptación, el uruguayo se convirtió en fijo y en un ídolo para la afición giega.
Vivió unas temporadas, seis concretamente, muy fructíferas en el plano deportivo que le hicieron volver a un nivel competitivo e incluso a la selección uruguaya. En enero de 2014 tras seis meses en blanco abandonó el PAOK y recaló en el Skoda Xanthi también de Grecia. Allí apenas jugó tres partidos y en febrero de 2014 anunció su retirada del fútbol profesional.
Fue internacional con la selección de Uruguay entre el 1997 y 2007. En sus 66 partidos con la celeste disputó un Mundial, dos Copa América y una Copa Confederaciones.
Actualidad: iniciando su carrera como entrenador en Grecia
Después de su retirada siguió viviendo en Grecia y en la campaña 2015/2016 comenzó su carrera como entrenador al convertirse en segundo entrenador del equipo sub17 del PAOK. En la 2016/2017, Pablo García ascendió a la categoría sub19 como primer entrenador. Hoy día, el uruguayo sigue dirigiendo al equipo griego.