El Almería se estrella ante un renovado Racing
Oltra debutó en el banquillo cántabro sumando una victoria de mucho mérito. Cejudo marcó el gol del triunfo visitante. Los de Gutiérrez se estancan en casa, donde ya suman cuatro derrotas.
Al Almería se le atraganta su estadio. No carbura el equipo de José María Gutiérrez como local. Cuatro derrotas en 13 partidos, las dos últimas consecutivas, dejan en el aire su segundo puesto. La derrota escuece el doble en Almería por ser ante el colista y merecida. Oltra debutó de forma inmejorable y encontró, en un escenario a priori poco propicio, un buen puñado de argumentos para soñar con la permanencia.
Cejudo le puso la rúbrica a un triunfo sobre el que el equipo cántabro espera cimentar su tránsito en busca del milagro. De momento, le sirve para colocarse a cuatro puntos de la salvación a falta de que se dispute la jornada.
La primera parte fue completamente opuesta a lo que dicta la tabla. El Almería, irreconocible, estuvo inoperante, sin ideas, excesivamente blando y muy poco contundente a nivel defensivo. Todo lo contrario que el Racing, que se despojó de su condición de colista y firmó 45 minutos perfectos. Kitoko y Sergio gobernaron la medular y Cejudo, Borja Galán y Nando camparon a sus anchas entre líneas. La conexión Nando - Cejudo puso patas arriba el Juegos del Mediterráneo a los 14 minutos. Nando no encontró oposición en el centro del campo y Maras y Petrovic se dejaron ganar la espalda con una facilidad enorme. Cejudo no desperdició el pase de tiralíneas y puso el 0-1. El propio Cejudo pudo liquidar el encuentro cinco minutos más tarde, pero su remate se marchó fuera.
El resto del primer tiempo continuó desnudando los tremendos problemas del Almería en cada partido como local. Gutiérrez trató de invertir la dinámica del partido con dos cambios en el descanso y apostando por un nuevo dibujo con dos delanteros. El Racing dio un paso atrás y el Almería, a base de insistir, acabó encontrando a Luca Zidane. Primero fue Maras con un remate dentro de área que exigió y mucho al meta racinguista. También la tuvo David Costas, pero Luca reclamó para sí todo el protagonismo en el duelo de los Zidane (Enzo se quedó sin debutar).
El Almería fue un quiero y no puedo hasta el final. Le puso corazón y no perdió la fe. Pero le faltó fluidez, fútbol y acierto. Al Racing, que en la segunda parte se olvidó por completo de atacar, le bastó con defender para llevarse de Almería tres puntos que le saben a gloria y que devuelven la esperanza en El Sardinero.