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BARCELONA

Setién recurre a juegos infantiles para rebajar la tensión

Tras reunir a sus jugadores a pie de campo, empezó la sesión lanzando el balón para que lo cogieran con las manos. La iniciativa fue recibida por parte del grupo entre la incredulidad y el cachondeo.

Setién recurre a juegos infantiles para rebajar la tensión
Gorka Leiza

Quique Setién es un zorro viejo y sabe mejor que nadie que la mejor forma de bajar la guardia a sus jugadores y rebajar el nivel de adrenalina en el grupo es sorprendiéndolos. De ahí que tras realizar un breve discurso antes de empezar el entrenamiento, planteó un juego a sus pupilos. Se trataba de que él lanzaría el balón pronunciando el nombre del jugador al que iba a ser destinatario y el susodicho tenía que coger el balón con las manos. Si no lo conseguía, entonces perdía.

La sorpresa fue mayúscula entre la plantilla, que al principio se lo tomaron un poco a cachondeo. Pero viendo la vehemencia con la que se empleaba Setién a la hora de lanzar el balón, poco a poco fue entrando en el juego todo el grupo. Hasta se pudo ver a un Leo Messi riendo a carcajadas ante la insistencia del entrenador en sus lanzamientos.

Al final, todos entraron en el juego y se pudo ver un inicio de entrenamiento original y divertido. Especialmente Samuel Umtiti entró a saco a la hora de devolver el balón al entrenador, haciendo todo tipo de payasadas.

No hay duda de que con iniciativas de este tipo, Setién lo que intenta es desactivar el estado de alerta en el que está sumida su plantilla desde que el secretario técnico, Eric Abidal, señalara a todo el grupo como responsable en parte del despido de Ernesto Valverde y los acusara de “trabajar poco” en los entrenamientos. De hecho, durante su etapa en el Betis fue habitual verle practicar juegos con sus futbolistas, y con el capitán Joaquín ejerciendo de auténtico maestro de ceremonias.

Asimismo, el defensa del filial, Dani Morer, tuvo que pasar por el trámite del pasillo de las collejas al cumplir hoy 22 años. Lo cierto es que salió más bien airoso porque los mayores fueron muy benévolos con el canterano.