Riesgo da la victoria al Girona ante un Fuenla desdibujado

Un serio Riesgo y, otra vez, la falta de acierto de cara al gol fuenlabreña brindó los tres puntos al Girona. Como era de esperar, los de Mere cedieron el balón en los primeros compases del encuentro a un equipo gerundés con calidad en la zona de tres cuartos, pero sin mordiente en la parcela decisiva, el área rival. Borja García tuvo la primera ocasión para los visitantes en el 9’; Brandon, primera titularidad con los rojiblancos, se internó en el área, cedió al mediapunta y Borja estrelló balón en Biel Ribas.

El susto despertó al equipo de Mere que se asentó en el partido a base de juego directo, liderados por un Randy Nteka que gana todo lo que venga del cielo, y juego por las bandas. Con estas sencillas premisas, el Fuenlabrada visitó la parcela del cancerbero rival en varias ocasiones. La más clara, un balón largo de Biel, Nteka se colgó de las nubes que cubrían el Torres y prolongó a Caye. Una gran parada de Riesgo evitó el tanto local.

Cuando mejor estaba el Fuenlabrada, Stuani, matador por antonomasia de la categoría, ajustició a los locales en uno de sus pocos despistes defensivos esta temporada en el 18’. La zaga se dormía, Borja asistía a Stuani magistralmente y el charrúa superaba a Biel Ribas con una gran vaselina. Un duro golpe que dejó al Fuenlabrada noqueado sobre el césped.

La parroquia azulona tuvo que esperar a los diez últimos minutos para que su equipo compareciera sobre el verde. Sin embargo, estos diez minutos fueron los de más calidad futbolística del encuentro. Sensacional Hugo Fraile. Sin embargo, el poco acierto de cara a gol, mérito de Riesgo, privó a los locales de irse con empate a los vestuarios.

El equipo de Mere volvió enrabietado de los vestuarios, decidido a dar la vuelta al marcador,pero las ganas pudieron al fútbol y cada intentona local moría en la frontal del área. Mientras, el Girona esperaba cómodo en su campo a matar el partido en alguna contra.

Sekou Gassama debutaba con la elástica azulona en el 61’. Cambio ofensivo el que realizaba Mere que introducía al ariete senegalés por el lateral Sotillos. Todo murió minutos después por la jugada quijotesca de la temporada.

Una tragicomedia al puro estilo de los Hermanos Marx. Los papeles principales corrieron por cuenta del VAR, Cristóbal, Granell y el árbitro Díaz de Mera. Todo empezó con una dura entrada del medio centro Cristóbal a Granell, el árbitro enseñó la roja directa al madrileño. En ese momento, el VAR entraba en escena provocando que el colegiado cambiara la roja directa por una amarilla. Cristóbal, que ya se encontraba en el vestuario, volvía al terreno de juego. Algo nunca visto en el fútbol español. No, no acabó todo ahí. El disparate continuó. Cristóbal cometía un fallo infantil y se encaró con Granell, quién tampoco hizo ascos a la confrontación. Díaz de Mera mostraba amarilla a ambos, la segunda para el madrileño, y Cristóbal era expulsado en dos ocasiones en menos de cinco minutos. Cosas del VAR y de este fútbol moderno.

Volviendo al esférico, el plan de remontada azulona murió con esta esperpéntica secuencia. Mere se veía obligado a blindar a su equipo cuándo ya se lanzaban a por ese tanto que le diera la igualada. Por otro lado, el Girona, tirando de veteranía, dormía el partido con un fútbol pasivo. Al final, el Girona se llevó los tres puntos del Fernando Torres gracias al poso y a la veteranía que le faltó al Fuenlabrada. El equipo rojiblanco se suma al Albacete como los únicos equipos que han ganado en el feudo fuenlabreño.