Un entradón olímpico
Cornellà registró ante el Athletic su mejor afluencia, exceptuando los grandes, desde mayo de 2016. Venía del récord de los dos últimos años, ante el Barcelona.
Seguramente sea la permanencia una lucha titánica para el Espanyol, que no cejará en su empeño hasta la recta final de LaLiga. Pero si a estas alturas algo tiene claro el equipo (y lo demostró sufragando parte del viaje de hace ocho días a Vila-real) es que no se encuentra solo en esa ardua tarea. La última demostración se sitúa en la formidable entrada, casi histórica, que se registró el sábado con la visita del Athletic a Cornellà-El Prat.
Con más de 7.000 entradas despachadas de una promoción que concernía a socias y socios, para asegurarse de que no cayeran en manos rivales, en el estadio se concentraron 27.542 espectadores. Una brutal cifra que no solo se sitúa muy por encima de la media sino que se convierte en la mayor asistencia a un partido en Cornellà en los últimos cuatro años que no tuviera como visitante a uno de los tres clásicos grandes: Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid.
Desde el 1 de mayo de 2016, todo un ciclo olímpico (para ser exactos, 1.364 días), no concitaba mayor afluencia un adversario de los considerados mortales. Y entre comillas, pues era el Sevilla, que en aquella ocasión congregó a 27.654 fieles. Lo que queda claro con este dato es que necesita el Espanyol estar con el agua al cuello para alcanzar tales aforos.
Aquel día se jugaba la permanencia, y con su triunfo por 1-0 con gol de Felipe Caicedo la alcanzó virtualmente, ya que dejó el descenso a cinco puntos a falta solo de dos jornadas. Ese mismo curso, concretamente el 3 de marzo, y con el drama aún más en ciernes, la visita del Deportivo reunía a 28.455 espectadores.
Desde el club se felicitan además porque el horario de esta ocasión, un sábado a la una de la tarde, es tradicionalmente el más difícil excluyendo viernes y los antiguos lunes. Pero es que el Espanyol-Athletic superó incluso a los 26.568 aficionados del 18 de mayo ante la Real Sociedad, con Europa como misión.
Y constituye la segunda mejor entrada de los últimos tres años, desde el 29 de abril de 2017, cuando un derbi reunió a 31.708 hinchas. Precisamente la mejor afluencia desde ese día es otro Espanyol-Barcelona, el del pasado 4 de enero, que congregó a 33.562. El perico, más implicado que nunca.