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CASTILLA 3 - PEÑA DEPORTIVA 1

Baeza somete a la Peña y el Castilla de Raúl coge aire

Tres goles del centrocampista en un partido notable del filial ante uno de los cocos de la Segunda B. El ariete Pedro se marchó lesionado.

Los jugadores del Castilla celebran uno de los goles al Peña Deportiva.
Los jugadores del Castilla celebran uno de los goles al Peña Deportiva. INMA FLORES

Respira el Castilla y respira Raúl, ambos vuelven a ganar tras dos jornadas pinchando. Lo hizo el filial blanco además ante la Peña Deportiva de Santa Eulalia, uno de los cocos del Grupo I de la Segunda B, que llegó a Valdebebas en medio de cierta zozobra, pero también tras haber sometido al Atleti B en la anterior jornada. En el partido jugado en Ibiza hace más de cuatro meses el Castilla cedió sin paliativos (2-0); una vuelta después, los blancos reaccionaron con un partido notable y sobrio, aderezado por la magia de Baeza, autor de los tres tantos.

El medio cordobés expuso su catálogo, el de uno de los futbolistas más avanzados del Castilla. A su habitual despliegue en el medio, acompañado convincentemente por Blanco y Fidalgo, añadió una pegada que no es casual: es el máximo artillero del filial madridista, con siete tantos, tres más que el ariete Pedro.

Su ‘hat-trick’ mostró un amplio abanico de registros. En el 1-0, anduvo pillo para cazar en el área pequeña un rechace de Seral tras buen disparo de Blanco; para el 2-0 sacó a pasear la zurda, en un libre indirecto desde el lateral que dejó al meta de la Peña con el molde; y en el 3-1 culminó una transición rápida lanzada por el intrépido Pablo Rodríguez y asistida por Fidalgo. El tanto de Higor en el primer tiempo para recortar distancias llevó poco miedo a un Castilla que además tuvo que lidiar con la lesión de su ‘nueve’.

Pedro dejó el duelo a la media hora con evidente dolor tras una dura falta de la Peña; en su ausencia, Raúl recurrió al juvenil Pablo Rodríguez, que ya había marcado dos tantos en sus pocas apariciones con el Castilla. El canario justificó la apuesta, aun sin marcar: impulsó la jugada de la sentencia blanca, guerreó con toda la zaga ibicenca, le sacó a Copete las dos amarillas que le mandaron al vestuario antes de tiempo, aguantó posesiones para insuflar aire a los suyos en el tramo final… Una aparición brillante en un Castilla al que no le sobran argumentos en ataque, pero que sigue a tiempo de pelear por un sitio en los play-off de ascenso a Segunda División.