El 1x1 del Pucela en Tenerife: El Real Valladolid se 'tira' de la Copa
El conjunto blanquivioleta se deja remontar en el Heliodoro Rodríguez López en una preocupante última media hora.
El Real Valladolid se desentendió en la última media hora de la posibilidad de pasar de ronda de Copa del Rey, que tenía en su mano después de dominar hasta entonces a un Tenerife que solo se lo creyó a partir del empate. El 4-1-4-1 apareció también como una opción solvente, que permitió tener el balón en campo rival, y con la vuelta al 4-4-2 y a los dos volantes de contención, los locales crecieron al tiempo que los blanquivioletas se deshilacharon.
Caro. Cometió un error de bulto en la primera mitad que no fue a mayores. No tuvo demasiado trabajo, se lesionó cuando el equipo todavía estaba dominando. Con el balón en los pies no ofreció demasiadas alternativas, pero estuvo atento en sus funciones principales. BIEN
Porro. Deficiente una vez más, sobre todo en labores defensivas. Fue regateado en tres ocasiones, quien más por parte blanquivioleta, y las pocas veces que sacó centros no fueron buenos. Uno de los retratados de la eliminación. MUY MAL
Alende. Salvó a Caro en la primera mitad. Se le vieron hechuras de central profesional, de jerarquía y conocedor del oficio en el perfil derecho, el contrario al que suele jugar en el Promesas. En el penalti, aun no pareciéndolo, quizás se precipita, y por eso lo parece y el árbitro se lo cobra. BIEN
Javi Sánchez. De más a mucho menos. Empezó bien, con varias buenas acciones defensivas que probaron sus condiciones, pero notó la inactividad y fue perdiendo seguridad. En el primer gol mide mal y en el segundo se desentiende, dejando la papeleta a Alende. MUY MAL
Nacho. Participativo con balón y mejor sin él que Porro. Fue de los jugadores más activos en ataque en el tramo final, aunque se precipitó en ocasiones. Tuvo una ocasión clara en el primer tiempo que no pudo convertir en gol. BIEN
El Hacen. El esquema inicial le favoreció, puesto que tuvo muchos metros para demostrar su despliegue físico. Fue un seguro, también en el manejo del cuero, aunque perdió presencia cuando el equipo pasó a jugar con doble pivote. Útil, pero sin sitio. BIEN
Pablo Hervías. Se llevó un rebote de campeonato con el cambio. Lo buscó siempre, y muchas veces le salió: completó cinco regates, los cinco que intentó, y apareció en tres cuartos con varios pases y centros, aunque sin incidencia de cara a puerta. BIEN
Óscar Plano. Apareció para dar una buena asistencia a Sandro en el gol, de tiralíneas. Jugó por dentro e intentó asociarse con Toni, algo que consiguió con bastante acierto, aunque no siempre encontrara el último pase o el camino hacia el remate. BIEN
Toni Villa. Acompañó a Óscar Plano en esa segunda línea de cuatro, con voluntad, pero con resultado dispar. Su condición de funambulista no siempre llega a buen término; a veces se enreda y yerra en la toma de decisiones. REGULAR
Waldo. Su última media hora mostró a las claras las razones de su rol actual. Tiene técnica, como se vio en el regate con caño incluido a Luis Pérez, pero no está. Él, Porro y Sandro fueron quienes más balones perdieron. El del segundo gol fue clave. MUY MAL
Sandro. Aunque marcó, necesitó remachar a la segunda, a puerta vacía, para hacerlo. Desaprovechó otra ocasión clara. Mostró voluntad y personalidad para venir a pedirla al final, pero le costó ser decisivo donde deben serlo los delanteros, en el área, dejando el gol en una anécdota. MAL
Masip. Salvó la primera intentona clara de Tenerife, preludio de la debacle general. El gol del empate llega en un balón al área pequeña al segundo palo, en el que, como Javi Sánchez, no mide bien. No pudo hacer nada en el penalti. REGULAR
San Emeterio. Sobrepasado. Entró para dar empaque al centro del campo y el equipo perdió el que tenía. Vio la primera amarilla del partido y participó en varias refriegas más. Acertado con balón, pero no dominante. MAL
Miguel. Mejoró cada acción en la que participó, aunque fueron pocas. Entró con chispa e intentó encontrar socios, pero para entonces cualquiera que pudiera serlo se había perdido. No fue capaz de rematar en condiciones el único intento que tuvo de disparar a puerta. BIEN