Rubén deja a medias al Athletic
A los leones, que suman cuatro empates seguidos, les faltó acierto. El Celta se adelantó con un brillante Rafinha y puso las tablas Raúl García de penalti. 22 remates locales sin ver puerta.
Al Celta le enviaron una esquela desde Palma unas horas antes de comparecer en San Mamés. El Mallorca se paseó sorprendentemente ante el Valencia en su isla y cedió a los celestes su sitio en el vagón de los condenados al descenso. ¿Cómo asumir ese temblor? Pues aguantando como se pueda con un portero de Eurocopa, dejando los trastos en manos de Rafinha y aprovechando lo poco que se pusiera a tiro. El Athletic, impulsado por el cohete Yuri, fue una tormenta de ocasiones y ritmo (tenía tres marchas más que el enemigo), desnudó a unos laterales muy poco consistentes, pero según iba fallado ocasiones por ese muro llamado Sergio, se sobreexcitó y quiso marcar el segundo gol de la remontada sin hacer el primero. 22 remates para al final marcar de penalti. No masticaron lo suficiente el partido, se pusieron excesivamente verticales y sólo se llevaron un punto. Los leones se han atascado con cuatro empates seguidos que les hacen sumar, pero le distancian de la meta europea.
Los leones empezaron con el brío y autoridad de costumbre, y sólo encontraban un resoplido vigués. Garitano dio la izquierda del ataque a Ibai, que llevaba toda la semana meditando su posible salida al Espanyol. Se han ido cayendo por esa orilla todos: Muniain, Córdoba, hasta Yuri en alguna tarde… No hay candidatos y es su momento. Fue coleccionando unos cuantos centros por ese lado que pusieron en evidencia a los pupilos de Óscar García Junyent. Muniain es un jugador capital para su técnico y, aun sin más ritmo que media horita en la Copa ante un Tercera, se recostó en la mediapunta, con Williams a la derecha y Raúl García en el nueve, es decir, los papeles habituales. Murillo, de vuelta a LaLiga, casi se mete en propia puerta y Muniain tuvo un cabezazo a bocajarro que no supo embocar. El monólogo sólo se rompía de forma esporádica con un Celta que trataba de lidiar con el temporal.
Al fin apareció Aspas que atrae rivales y acaba filtrando pases de gol como nadie. A la segunda, centró a Rafinha, que en la frontal del área lanzó un disparo que rozó en Yeray y se envenenó de tal manera que no pudo llegar ni por asomo Herrerín. Los leones estaban demasiado excitados, desordenados, como si vivieran en el minuto 88, cuando estaban a media hora de buscar la remontada. Hubo varias fases con rifirrafes y entradas que el árbitro descatalogó como merecedoras de tarjeta. Yuri y Raúl andaban encabritados, maldiciendo al suelo, dando patadas al balón… aquello parecía albergar un picante desbordado.
Garitano quiso intervenir y cambió el dibujo en el 66, con Muniain a la izquierda y Williams entre la banda y un segundo punta, para aglutinar por dentro y descargar por fuera. Pero la ansiedad no cesaba. Ni la falta de efectividad. Un centro de Iker por la banda dio en el brazo de Beltrán, medio girado, en una de esas jugadas tan habituales en el fútbol. Penalti que anotó Raúl García (sexto gol este año, cuarto desde los 11 metros). Villalibre, de nuevo con minutos para reivindicarse, lanzó una picadita ante Sergio pero la sacó Aidoo y en el 94 Raúl García quiso calcar exactamente la misma postal que Aduriz ante el Barça: un centro de Capa y chilena en el mismo sector que el donostiarra, pero no logró su propósito. En esto del fútbol no vale merecer ganar a los puntos, hay que abatir al otro boxeador.
Óscar García
El entrenador del Celta de Vigo, Oscar García, calificó como "bueno" el punto sumado en San Mamés frente al Athletic Club porque "ayuda" a su equipo a "seguir creyendo" en el trabajo que están realizando para intentar salir de los últimos puestos de la clasificación.
"Veníamos de dos derrotas fuera de casa y era muy importante puntuar. De la manera que lo hemos hecho nos ayuda a seguir creyendo. El punto es bueno porque es punto de equipo que quiere competir y quiere salir de la situación en la que está", explicó el técnico del conjunto gallego.
Oscar destacó que su equipo "defendió bien" sobre todo los centros laterales de un Athletic "con mucho poderío". "En casa es uno de los mejores equipos, aprieta mucho y te mete atrás. Intentamos salir con el balón y hasta el 0-1 lo conseguimos, pero cuando el Athletic y su afición aprietan es complicado", dijo.
El técnico catalán, por último, valoró muy positivamente el debut del colombiano Jeison Murillo, que ha llegado esta semana al club gallego cedido por la Sampdoria.
"Estoy muy contento con su incorporación, era una prioridad para mí. Es un hombre que conoce la LaLiga y sabía que nos aportaría algo diferente. Ha hecho un partido excepcional, como todo el equipo, y se ha adaptado rápidamente. Tiene dotes de liderazgo y es lo que buscábamos en esa posición", destacó.
Garitano
El entrenador del Athletic, Gaizka Garitano, lamentó que, después de "haber sido superiores en el trámite" del partido frente al Celta, "la falta de acierto" de sus jugadores de cara a la portería rival les haya privado en su opinión de la victoria ante el conjunto gallego.
"Con tanto dominio, tienes que matar", subrayó el técnico del equipo rojiblanco, para quien el Athletic hizo "lo que tenía que hacer para ganar" a excepción de los goles.
"Después de haber sido tan superiores y de generar tanto tienes que hacer más de un gol. Hay que valorar que el equipo está bien, con ritmo, intensidad y con balón bien. Pero es verdad que para estar arriba en la clasificación hay que hacer goles y definir cuando tienes", incidió.
El técnico vizcaíno admitió que tienen una "carencia clara" en ataque como demuestra que Raúl García "está jugando de delantero centro y no lo es". "Lo estamos poniendo ahí por necesidad. Tenemos esas carencias y eso se nota en partidos como el de hoy en los que hace falta matar. Es una pena que todos los córneres que hemos tenido los hemos rematado, pero todos arriba, y no hayamos sido capaces de hacer un gol", se quejó.
"Si a la larga hacemos las cosas como hoy, estaremos más cerca de ganar que de perder. En una temporada siempre hay partidos de estos. Pero el equipo está bien y transmite buenas sensaciones", consideró el técnico vizcaíno.