El Sadar confirma el 5-3-2 como una opción válida para Sergio
El cambio de dibujo dio mayor solidez defensiva, aunque dejó como asignatura pendiente alguna mejora ofensiva.
Después de una primera prueba fallida en el Camp Nou y de dos que sirvieron para ver cómo el equipo daba un paso adelante, Sergio González dio otra oportunidad desde el inicio al esquema con tres centrales, apuesta premiada con una buena actuación y con un punto. Como en el final contra el Leganés y el Marbella, el Real Valladolid ofreció en Pamplona unas buenas prestaciones, se mostró sólido y equilibrado, mantuvo la portería a cero y tuvo ocasiones que pudieron darle el triunfo.
Excepto en el tramo final y en alguna jugada aislada de Chimy Ávila, ni los centros laterales ni el juego dinámico de Osasuna puso en entredicho el entramado defensivo del equipo, que no concedió errores de bulto.
No obstante, en el plano ofensivo faltó algo de brío; si bien Antoñito y Carnero jugaron bien, su presencia fue decreciente. De la misma forma, el centro del campo no se terminó de imponer al rival en el plano creativo; la posesión la ganó Osasuna y, aunque los blanquivioletas tuvieron varias ocasiones, se terminaron diluyendo en ataque.
Ya sin Anuar en la plantilla, faltó el vuelo de otro jugador de perfil dinámico o llegador, que se pudiera sumar a los delanteros, a veces solos y a menudo poco atinados. Aunque esto no invalida el dibujo; indica que en el futuro, si se repite, quizás la participación de Toni Villa o de Óscar Plano pueda sumar más en campo contrario y sublimar una opción, ya, muy válida.