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GIRONA 3-EXTREMADURA 1

Un doblete de Stuani devuelve al Girona por la senda del triunfo

El Girona acumulaba tres derrotas seguidas en LaLiga Smartbank. El Extremadura puso en aprietos al equipo catalán.

Si el Girona no tuviera a Cristhian Stuani es posible que no hubiese ganado al Extremadura. Hasta este punto condiciona el uruguayo a su equipo, faro absoluto del ataque y letal rematador. Dos zarpazos, el segundo en un momento más que delicado, decidieron el partido.

El Girona impuso más ritmo, velocidad e intensidad en los primeros cinco minutos del encuentro que en alguna de las tres derrotas que acumulaba. Avasalló al Extremadura, con Borja liberado, Gual corriendo a la espalda de los centrales y Aday llegando desde la banda. Fallaron dos acciones pero la primera que le llegó a Stuani, absolutamente solo dentro del área, fue para dentro. Toda la primera parte, de hecho, fue muy cómoda para el Girona. Con balón y sin él controlaron el partido y pudieron agrandar la brecha frente a un rival impotente que tuvo dificultades para pasar del centro del campo. Con Riesgo otra vez en la portería y Diamanka en el once (no lo estaba desde la jornada ocho) el Girona se protegió bien. Y no solo eso, sino que se fue al descanso con un 2-0. Aday, en un lanzamiento magistral por encima de la barrera, marcó de falta directa.

Pero, tras el descanso, rápidamente golpeó el Extremadura. En una jugada personal de Nono, que ganó la línea de fondo, sirvió el gol a Cristhian con un pase atrás. Y no fue una jugada aislada. En poco más de diez minutos los dos centrales del Girona se cargaron con una tarjeta y Kike Márquez tuvo una buena falta para empatar. Al Girona se le aparecieron los fantasmas de las últimas tres derrotas y, todo lo bueno que había hecho en la primera parte, lo olvidó en la segunda.

Regaló el balón y la iniciativa, y se condenó a sufrir. Pero los males del Girona no fueron eternos, ni siquiera duraron todo el partido, sino que Stuani los despejó a la salida de un córner. Cuando más sufría su equipo golpeó de nuevo y mató el partido.