El Castilla coge aire en la ratonera de Barreiro
Un gol de Gila a balón parado da el triunfo a los de Raúl en un partido áspero y disputado. El filial vuelve a la mitad de la tabla del Grupo 1 de Segunda B.
El Real Madrid Castilla aprendió la lección y mostró contra el Celta B todo el oficio que le faltó ante el Melilla el domingo pasado. Ante los norteafricanos, el filial blanco se dejó remontar tras bordarlo en la primera parte (con ayuda de un arbitraje muy mejorable); en Galicia, en el partido que al fin se pudo jugar tras aplazarse en diciembre por alerta temporal, los de Raúl supieron aguantar la salida del Celta, madurar un choque áspero y sumar los tres puntos desde la pizarra. El Castilla salió vivo de la ratonera de Barreiro y recupera su sitio a mitad de tabla en el Grupo 1 de Segunda B. El domingo a las 12:00, tercer partido en ocho días ante Las Rozas, otro equipo en apuros.
El equipo de Raúl aguantó el tirón inicial de los celestes, conducido sobre todo por Vega y el potente Apeh, y se sobrepuso a la lesión de Bravo, que dejó el sitio a Martín Calderón a los diez minutos; el medio jerezano acabaría teniendo un papel protagonista en el triunfo blanco. El ambiente retrató muy bien lo que fue el encuentro: bruma y humedad en el cielo y un césped irregular al que el Castilla tuvo que adaptarse. Cuando lo hizo, eliminó las ofensivas del Celta B, aunque sin generar peligro para Vieites.
Las oportunidades llegaron tras el descanso, con Franchu como protagonista. El argentino rozó el gol dos veces, primero de cabeza tras un córner y luego con un derechazo desde la frontal. Fidalgo, que arrancó en el primer tiempo como improvisado extremo izquierdo, recuperó su sitio por dentro junto a Gelabert y el Castilla se adueñó del balón. Con dificultades para generar peligro en la continuidad, el filial encontró lo que buscaba en el balón parado: estupendo centro de Martín Calderón desde la derecha y potente aparición de Gila para rematar a un metro del meta rival.
Con la mitad del trabajo hecho, quedaba aguantar el chaparrón posterior, una tarea que al Madrid se le viene haciendo cuesta arriba. En Barreiro lo logró, pese a que el Celta B achuchó y Apeh tuvo en la prolongación un cabezazo a medio metro del poste. Fue un Castilla más maduro, una versión del filial con la que es más factible creer en una remontada en la segunda vuelta que este domingo da comienzo.