El Girona se colapsa
Encadena tres derrotas y el ascenso directo está a ocho puntos. Han perdido nueve duelos ya este curso y solo Albacete, Tenerife, Extremadura y Depor, con diez, han caído más.
El Girona ha iniciado 2020 como finalizó 2019: en caída libre. No apareció en el encuentro de la pasada jornada ante el Rayo hasta el minuto 40 de la primera mitad y demostró que sigue fallando en las dos áreas. Pese a tener más posesión que el Rayo, el conjunto madrileño le creó muchos problemas y obligó a Asier Riesgo a hacer intervenciones de mucho mérito. Y en ataque tampoco salieron las cosas. Los de Pep Lluís Martí remataron en cinco ocasiones a portería, algunas muy claras, y en ninguna fueron capaces de superar a Dimitrievski. Toca volver a resetear a un Girona que parece que se ha colapsado.
El inicio de año estuvo repleto de buenos deseos, pero el Rayo les mostró las costuras. La derrota (1-0) no impide que los fantasmas desaparezcan de Montilivi y lo cierto es que ascender de manera directa a Primera empieza a ser considerado ya misión imposible. Con los números actuales lo es porque el Almería, segundo clasificado, les aventaja en ocho puntos. Las tres derrotas seguidas que acumulan los gerundenses es una losa excesivamente pesada y, tras 22 encuentros de Liga disputados, el Girona lleva nueve victorias, cuatro empates y nueve derrotas. Los nueve encuentros en los que ha sido incapaz de sumar, como mínimo, un punto es algo que no se puede permitir un conjunto que trata de ascender a Primera. Es más, incluso el playoff se ha alejado tras la pasada jornada, actualmente lo tienen a dos puntos de distancia, y urge una reacción. Nueve derrotas son excesivas y es que solo cuatro conjuntos de Segunda han perdido más partidos que los rojiblancos: Albacete, Tenerife, Extremadura y Deportivo, que suman diez.
Desde el vestuario se quiere mantener la calma y todos los mensajes, pese a la mala racha, son de optimismo porque “esto es muy largo y si ganamos dos o tres partidos volveremos a estar arriba”, explicó Asier Riesgo. Ignasi Miquel también tiene confianza en el grupo e insta a “seguir luchando. Queda Liga y se ha de reaccionar”.
Pasado. Las nueve derrotas son un buen aviso para tratar de reconducir la situación cuanto antes, pero tampoco deben hundir al Girona. Es más, la temporada 2016-17, la del ascenso a Primera, se acabó con 12 partidos perdidos. Y Osasuna, un curso anterior, también logró disputar el playoff habiendo caído en 12 duelos. Eso sí, el margen de error cada vez es menor.
Tres derrotas seguidas, la peor racha del curso
La llegada de Pep Lluís Martí fue un golpe de optimismo para el Girona porque con él se encontró la regularidad que se echó de menos con Juan Carlos Unzué y se estuvieron seis jornadas sin perder (cuatro victorias y dos empates). Pero en los últimos encuentros las sensaciones han dado un giro de 180 grados y los fantasmas del pasado y las dudas vuelven a instalarse en Montilivi. Actualmente, el conjunto rojiblanco encadena tres derrotas y el bloque no encuentra explicaciones a la falta de competitividad en ciertos momentos. El problema es que están inmersos en el peor momento del curso porque ni con Unzué habían perdido tres duelos seguidos. Hasta el momento, el tope estaba en dos derrotas y un empate, como sucedió entre las jornadas 11 y 13, con Unzué y el interino Juan Carlos Moreno.