Sergio Araujo, ante su enésima reválida con Las Palmas
La lesión de Narváez y la alta estima que le tiene Mel le dan otra oportunidad de reivindicarse. Desde el gol del ascenso en 2015 ha ido perdiendo valor.
Ni que fuera un capricho del destino, el último ascenso de Las Palmas a Primera División se finiquitó con un gol de Sergio Araujo, que suponía el 25º, sumando liga y playoff, de una temporada de ensueño. A fuego quedó grabado el rugido del Estadio de Gran Canaria mientras el delantero argentino se recorrió toda la banda de Tribuna para fundirse en una abrazo eterno con Raúl Lizoain.
No ha sido Araujo el mismo desde entonces. Le llovieron las ofertas al futbolista y a la UD, que no quiso venderlo esperando un buen puñado de goles en Primera División que nunca llegaron. El futbolista ha ido perdiendo valor. De hecho, aquel verano le llegó a Las Palmas una oferta por 17 millones de euros según fuentes del club, rechazada de plano por Miguel Ángel Ramírez.
Su cesión al AEK de Atenas, donde también coincidió con Manolo Jiménez, surtió efecto en Grecia pero no en la propia entidad amarilla, que apenas ha obtenido ningún beneficio con el regreso del ariete, perdido en su día con varios problemas extradeportivos, esta temporada lesionado.
Guiño.
En otro guiño del destino, al argentino se le presenta ahora, con la lesión de Narváez, de quien hoy se conocerá el tiempo de baja, una nueva reválida. No confía Pepe Mel en Pekhart más allá de ser un buen recurso, por lo que el puesto de delantero le viene como un traje a Araujo.
Poco se sabe del proceso de recuperación de Rubén Castro, en cualquier caso varias semanas aún, por lo que el ‘10’ afronta la que podría ser su última oportunidad. De hecho, Jiménez lo reclama insistentemente desde Catar. Pero la lesión de Narváez y alta estima de Pepe Mel pueden cambiarlo todo.