El renacido Espanyol
El éxito de Abelardo radicará en recuperar jugadores y esencias. Ante el Barcelona ya se vio un avance: Melendo, Javi López, David, Roca, estrategia, pragmatismo…
Atronaba el “¡Sí, se puede!” desde la grada de Cornellà en la noche del sábado, mientras jugadores y aficionados del Espanyol se intercambiaban aplausos tras el valiosísimo empate en el derbi. Una escena totalmente opuesta a la del anterior partido, contra el Leganés, donde unos pocos futbolistas se acercaron a pedir perdón a los pocos hinchas desplazados a Butarque.
El conjunto perico renació en el debut de Abelardo Fernández, cuyo éxito será proporcional a la capacidad que tenga de recuperar la mejor versión de muchos de sus futbolistas e incluso las esencias de un club agonizante durante casi toda la primera vuelta.
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Contra el Barcelona ya se vislumbraron, y de qué manera, algunas de esas mejorías que busca el nuevo entrenador, y que de hecho necesita asentar con urgencia si quiere tener alguna opción de alcanzar la permanencia. Y eso que solo llevaba siete entrenamientos (uno por día, más la sesión doble del lunes) para preparar un difícilisimo encuentro.
Ya de entrada, llamativa fue la titularidad de Óscar Melendo, que ciertamente venía de superar unas molestias de tobillo pero que, además, no era de la partida en LaLiga desde el 15 de septiembre. Tres meses y medio. Otra recuperación llamativa en el equipo inicial fue la de Javi López, el capitán, que solo había participado en una de las 11 anteriores jornadas, ahí es nada, y cuyo rendimiento ante los azulgrana resultó sencillamente espectacular.
La tercera gran novedad fue David López, no por su titularidad sino por su retorno al mediocentro. Y no pudo salirle mejor a Abelardo, pues encima marcó. El balón parado, no en vano, es otro de los sellos de identidad del nuevo entrenador, como lo era para Pablo Machín, aunque en el caso del soriano ese efecto (y otros muchos) se disipó tras los primeros partidos.
Ya durante el encuentro se fueron recuperando para la causa jugadores como Ander Iturraspe o Matías Vargas, autor de la asistencia a Wu Lei. Y se vio, aun a falta de gol, la mejor versión de Jonathan Calleri, que ya fue indiscutible con Abelardo en el Alavés.
Pero acaso la metamorfosis más radical la experimentó Marc Roca, que de un error grosero en Butarque pasó en el derbi a exhibirse. Mucha culpa tuvo seguro, en su caso y en el del resto, un planteamiento sensato, con cuatro defensas, con líneas juntas, con orden y pragmatismo. Las esencias. Si se recuperan, el Espanyol sí podrá.