Nino: "Butragueño siempre fue mi ídolo de pequeño"
El delantero del Elche (39 años, Vera, Almería) lidera la clasificación histórica de goleadores de Segunda. "¿Mi fecha de caducidad? La marcará mis sensaciones", dijo en AS.
Nino, el delantero del Elche, ha concedido una entrevista a AS en la que repasa su amplia trayectoria y habla del presente y del futuro.
¿Con qué sabor despide 2019?
Ha sido un año notable. El equipo ha crecido muchísimo gracias a la base. La pasada campaña fue positiva y le hemos dado continuidad. El pero es mi lesión en el sóleo.
En 2020 llegará a los 40. ¿Cómo lo lleva?
Contento. No es fácil jugarlo todo a esta edad. Me encuentro a gusto, valorado y querido; realizado en el campo. Valoro cada día como si fuera el último. Por delante ya no veo diez años de carrera.
¿Qué supone ser el futbolista con más goles y partidos en Segunda y en el Elche?
Son marcas grabadas para siempre. Con el tiempo valoraré más esos récords, aunque para mí el verdadero mérito es ayudar con trabajo, goles y humildad. Quiero exprimir cada minuto; no sé cuánto tiempo durarán y si alguien los superará. Ahora sólo siento orgullo.
¿Se pone fecha de caducidad?
La marcará mis sensaciones. Nunca me arrastraré por un campo ni seré un problema para mi equipo. La decisión de jugar o no es del míster, pero quien te quita o te pone es el verde.
Una vez que ya es el máximo goleador histórico del Elche, ¿ha entrado en el tiempo añadido?
Nunca he pensado en eso. Sólo disfruto y si lo hago con más goles y partidos con el Elche y en Segunda, mérito añadido. Llegará el momento de dejarlo, pero no sé cuándo.
¿Cuál es la clave de Nino para rozar los 40 a este nivel?
Hasta hace poco, con 34 o 35 años, estabas casi retirado. Ahora hay futbolistas como Joaquín (38) o Cifuentes (40) que mira cómo están. Hay que respetar ese rendimiento en un mundo exigente como es el fútbol. La clave es cuidarse, vivirlo y ser fuerte mentalmente.
Está ahora mejor que en las dos últimas Navidades. ¿Llegó a notar que la llama se apagaba?
Hubo momentos difíciles tras el descenso a Segunda B. La Navidad de 2017 fue dura. No podía retirarme así, aunque me planteé otras situaciones... Al final creí en mi trabajo y humildad para seguir creciendo. La campaña pasada empecé con menos minutos, pero acabé muy bien en el momento clave.
¿Qué pide Nino a 2020?
Lo de siempre: salud para mi familia, que es lo más importante para mí, y recuperarme pronto. Espero que sea un buen año para todos.
¿En qué ha mejorado el fútbol durante sus 22 años de carrera?
En la metodología, hay menos entradas agresivas, el trato del balón… Antes, las palizas físicas eran brutales, sin control.
¿Qué cambiaría?
(Silencio) Que hubiese más respeto de la grada al profesional.
¿Y el VAR?
Creía que sería más positivo. Ahora me deja dudas en jugadas claras que no se avisan al árbitro. Y luego la espera con los goles: una celebración son cinco segundos y no dos minutos.
¿Qué recuerdos guardará en su vitrina de trofeos?
El gol del playoff contra el Melilla (1999). Con ese tanto fuimos con opciones allí y el Elche subió. Fue un punto de inflexión en mi carrera. Los ascensos son gloria, todo el mundo está feliz. Luego, los récords de partidos y goles en Segunda y con el Elche; el trofeo al máximo goleador en Segunda con el Tenerife (2009); y el tanto que me permitió igualar a Pierita. Pero, por encima de todo, mi mayor éxito es haber conocido a mi mujer hace 22 años y tener dos hijos maravillosos: Alejandro y Nuria. Esa es mi Champions.
Su número fetiche es el 7 de Butragueño…
Siempre fue mi ídolo. Mi familia es madridista y Butragueño, mi referencia.
¿Alguna espina clavada?
No jugar con el Elche en Primera División.
Aún tiene tiempo, está hecho un chaval…
Hay que seguir trabajando y ojalá que me quite esa espina.