Machín es ya el peor entrenador de la historia en el Espanyol
Nadie empeoró sus guarismos tras diez jornadas de Liga: una victoria, dos empates y siete derrotas. Suenan ya nombres para el relevo: Francisco y Luis García.
Cuando David Gallego fue destituido al frente del Espanyol, el pasado 7 de octubre, una sensación unía al club y todo su entorno: los resultados ya solo pueden ir a mejor. Al técnico de Súria le habían condenado sus cinco puntos en ocho jornadas, ninguno en Cornellà. Sin embargo, apenas dos meses y medio después, la ley de Murphy (que nada tiene que ver en este caso con el lugar de origen de Mauricio Pochettino, o sí) se empeña en llevarle la contraria al Espanyol: el sucesor de David Gallego, Pablo Machín, ya es números en mano el peor entrenador de la historia del Espanyol en sus diez primeros partidos ligueros, ‘ex aequo’ con Jaume Sabaté en la 1991-92.
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Tras la debacle de Leganés (2-0), en que si algo no se podía hacer ante un rival tan directo por la permanencia era perder, suma el preparador soriano tantos puntos como su antecesor, cinco, pero habiendo dirigido al equipo perico en dos jornadas más, hasta diez. Teniendo en cuenta que el próximo partido no se disputará hasta el 4 de enero (nada menos que ante el Barcelona), habrá pasado más de dos meses el Espanyol, desde el 27 de octubre ante el Levante (1-2), sin cosechar una sola victoria en LaLiga. La única de Machín, que acumula además dos empates (frente a Getafe y Betis, ambos en casa, donde sigue sin ganar el conjunto blanquiazul tras cuatro meses de competición) y hasta siete derrotas: Villarreal, Athletic, Atlético de Madrid, Osasuna, Real Madrid y Leganés han ido pasando, uno tras otro, para ajusticiar a un Espanyol a veces débil, otras sonrojante.
Ningún entrenador aguanta los guarismos de Machín, salvo que lleguen precedidos de una racha virtuosa, como le sucedió a Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ el curso pasado. Los actuales pesos pesados del club más allá de Chen Yansheng (el vicepresidente Carlos García Pont, el consejero Mao Ye Wu y el director de fútbol profesional, Francisco Joaquín Pérez Rufete) estaban este domingo en Butarque.
No se oficializaron decisiones, pero suenan ya con fuerza nombres para el relevo: Francisco Rodríguez, que el curso pasado ejerció de revulsivo del Huesca y a punto estuvo de salvarlo de un descenso asegurado y Luis García. El asturiano lleva cinco meses en la Damm, en División de Honor juvenil, pero además de su propuesta futbolística, su carácter y vínculo emocional con el Espanyol son innegables.