Cembranos: "Espanyol y Leganés tienen recursos para salvarse"
El entrenador del Leganés B, técnico interino del primer partido hace no mucho, jugó con los pericos durante cuatro temporadas. Mañana verá el duelo entre ambos con interés.
Luis Cembranos verá el Leganés - Espanyol con la sensación de un alma dividida y la mirada clavada en un banquillo, el local, en el que se sentó de manera interina hace ya algo más de un mes. Dirigió a los pepineros tres jornadas y regresó al filial, donde consolida su carrera de entrenador, ésa que antes forjó en el césped brillando con varias camisetas. Una de ellas, la perica. En Barcelona mamó de esa inmensa minoría que antes fue eterna rival, por aquello de su paso por la Masía. Camacho o Bielsa fueron, entre otros, maestros de aquel periodo con la elástica blanquiazul, la que ahora mira con ojos de cariño, pero ánimos de derrota.
Leganés-Espanyol… ¿a quién quiere más, a papá o a mamá?
Es un partido, por la situación, muy delicado. Pero estoy trabajando en el Leganés. Me debo al club que ha apostado por mí. Lógicamente le deseo lo mejor al Espanyol porque viví cuatro años importantes allí, pero a partir de la semana que viene…
¿Es muy perico?
Fue una etapa importante, sí. Salí del Barcelona después de debutar en Primera y me fui a un proyecto importante a medio plazo en Segunda. Ascendimos, nos asentamos, llegamos a la UEFA… y yo jugaba. Con diferentes entrenadores y diferentes estilos. Fue muy especial porque me hizo crecer.
Cuentan que se ha hecho muy del Lega.
Me siento cómodo y feliz. Arropado y con confianza. Primero para entrenar al filial y luego para estar el tiempo que estuve en el primer equipo. Eso me hace sentirme como uno más.
Usted no lo ve perdido todo en ambos casos.
Claro que no. Lo viví de jugador. Cuando entras en ese bucle, todo parece mucho más difícil de lo que es. Los dos tienen argumentos para competir y mantener la categoría.
Miremos al Espanyol, ¿qué le pasa doctor?
Hay cambios de ciclos. Salen jugadores y hay circunstancias particulares y colectivas que influyen. Ha habido cambio de entrenador también. Todo pesa…
Europa pesa…
La exigencia es doble, con las necesidades de jugar domingo-miércoles, hace que no puedas estar al 100% en ambas competiciones. Pero queda mucho.
¿Para cuál de los dos es más una final?
Para los dos, obvio…
Mójese, va.
Tener el respaldo de tu gente es clave. Quizá por eso tiene algo más de presión el Leganés. Pero también es algo más favorito.
Su Espanyol fue el penúltimo gran Espanyol.
Pues es verdad. Éramos gente joven y con mucha ambición. También un grupazo. Lo hablé hace poco con Raúl Arribas, que jugó precisamente en Lega y Espanyol. Teníamos gente magnífica: Roberto, Arteaga, Lardín… eran jóvenes y con proyección. Pero también gente contrastada y extranjeros con hambre… fue una época importante.
Tuvo a Camacho, Bielsa… ¿influyeron para ser entrenador?
Sí. A Camacho lo tuve en dos etapas. Fue importante para mí. Pero también Bielsa, aunque estuviera sólo unos meses. Son dos de mis referentes. Camacho incluso me hizo debutar en la Selección.
¿Bielsa ya era tan friki?
Bielsa es lo que se ve. Un tipo metódico, estudioso de lo que cree. Sus ideas las lleva al extremo. Y te lo transmite desde el primer día. Un enfermo del fútbol.
¿Cuándo supo usted de esa locura?
Cuando llegó en pretemporada. Pidió los vídeos del año anterior… y acabó hablando de nosotros ese verano como si nos hubiera conocido de toda la vida.
Meritazo, porque no había Internet.
Claro, claro. Había muchas limitaciones. No era habitual que los entrenadores que tuvieran tanta información previa de los equipos a los que comenzaba a entrenar. Si era capaz de esa información sin habernos entrenado, imagínate cuando te entrenaba…
¿Qué ex compañero del Espanyol le impresionó más?
No sabría decirte. Hablar de uno solo… ufff…. Pero me he llevado muy bien con Roberto, con Raúl, con Arteaga, Lardín… y había extranjeros magníficos, como Galca, Raducioiu, Brnovic, Esnaider… Todos eran gente cercana y grandes compañeros. Eran un gran grupo.
¿Le molaría entrenar en el Espanyol?
Yo es que al volverme a Madrid tenía más fácil entrenar aquí a equipos como el Rayo. Si me hubiera quedado en Barcelona, quizá habría tenido alguna opción del Barça o Espanyol. No sé si llegará esa opción. Pero ahora estoy bien en el Leganés.
¿No le dio un pellizco al alma cuando le dijeron que no seguía en el primer equipo?
Te mentiría si dijera que no me gustaría ser entrenador del primer equipo. Para eso trabajamos, par la élite. Fue una circunstancia que me encontré. Yo no tenía dudas cuando me preguntaron. Les dije que no me iba a amilanar. Era una buena experiencia. Encantado porque algo verían en mi trabajo en el filial para contar conmigo y que me mantuvieran quince días.
Algún jugador le dijo personalmente que le gustaba su estilo.
Me sentí feliz, preparado y confiado en lo que hacía. También respaldado. Al final las circunstancias pesan. No es igual entrar en medio de un panorama complicado que cuando un club te contrata desde el inicio. Esto fue una interinidad y no pude sacar todas mis ideas. Ni tuve tiempo, ni posibilidades porque no sabíamos hasta dónde iba a llegar. Pero fui feliz, sí. Me vi a la altura de las circunstancias.
¿Cómo ve a Aguirre?
Le veo como vi a Pellegrino en el inicio: con energía e integridad. Con conceptos claros. Ahora se está adaptando a la urgencia, pero con una capacidad de gestión grande para la situación actual del club. Está sacando rendimiento al colectivo porque mimbres hay.