Gimnasio y fútbol mesa en la penúltima sesión de 2019
El Atlético de Madrid se ejercitó en el Cerro del Espino con la tres ausencias de los últimos días: Diego Costa, Koke y Vitolo.
Saltó el Atlético a entrenarse esta mañana en el Cerro, para encarar su penúltimo entrenamiento de 2019, media hora más tarde de lo previsto. Antes, guareció el gimnasio del viento frío que cortaba como cuchillas, tras las lluvias de anoche en Madrid. Cuando saltaron al campo, enfundados algunos en guantes, gorros, bragas al cuello, sólo tres jugadores se quedaron allí. Eran los tres que son ausencias estos días en las sesiones del Cholo. Costa, Vitolo y Koke. El primero lesionado de larga duración, tras su operación de hernia discal, el segundo con una lesión muscular, el tercero con una elongacion. Todos aparte. No jugarán hasta 2020. Los demás sí. Al año aún le queda un partido. El del domingo ante el Betis. Para prepararlo saltaron los chicos del Cholo al campo 1. Con ellos una Vrsajko, ausencia del día anterior, y Manu Sanchez como único chico del B en los trabajos desde el inicio del día con el primer equipo. La idea del Cholo para el Villamarín se mantiene clara.
Porque esa ausencia de Koke le da espacio y galones a un futbolista que los ha reclamado en silencio y trabajo nada más llegar, Hector Herrera, apunta a titular, cada vez más imprescindible, la veteranía con Felipe que este equipo necesita, después de la diáspora. Su regreso al once coincide con el de Lodi, baja ante Osasuna por un golpe en el pie en el partido anterior. También se mantendrá Lemar, otro tren para él después de que en las últimas horas haya rechazado al Lyon con un pensamiento firme: triunfar acá, en el Atleti.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Próximos partidos |
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Oblak; Trippier, Felipe, Gimenez, Lodi; Thomas, Saúl, Herrera, Lemar; João Félix y Morata serán los once elegidos de inicio ante el Betis. Todos estaban ayer en el Cerro, tras el gimnasio, desafiando al frío con un juego a la intemperie que siente gusta: el fútbol-mesa. Divididos en cuatro se trataba de pasar el balón al compañero tras un bote en la mesa y ninguno en la hierba. Sobresalió alguien. Ese Herrera al que, en la equipacion de entrenamiento, ya se le perciben todos los galones.