La Real Sociedad pasa página y se centra en Becerril
No quiere repetir errores del pasado, porque en las eliminatorias a un partido contra rivales de inferior categoría se llevó los golpes más duros en la Copa.
La Real Sociedad quiere pasar pagina ya de toda la polémica que ha rodeado a las horas posteriores al partidazo que disputó contra el Barcelona en el ‘Reale Arena’. Ajeno a todo el ruido que ha llegado desde Catalunya, mientras el maximo mandatario azulgrana, Josep María Bartomeu, ejecutaba la ‘amenaza’ de enviar un escrito a Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol; desde las oficinas de Anoeta se defendían de forma elegante e irónica recordando equivocaciones pasadas que sufrió contra el Barcelona y aportando pruebas claras sobre quién empezó agarrando en la ‘famosa’ jugada de la que tanto se quejan. En la Real no entienden tanto revuelo porque no hay nada que indique con claridad que la entidad culé pueda tener razón en sus quejas.
Pero los donostiarras quieren dejar de lado ya todo ese asunto, que ya parece que hasta se ha convertido en un pequeño circo que, lógicamente, interesa más en Barcelona que en San Sebastián, acostumbrados a levantar menos la voz cuando se sienten perjudicados. Cuestión de estilos, creen en la Real, que quiere dirigir ya todos sus esfuerzos a estar centrados en el siguiente reto: la Copa del Rey. Puede parece un reto menos a juzgar por la entidad del rival de la primera eliminatoria; el modesto Becerril de Tercera, el equipo de una localidad que apenas cuenta con una población que no llega a 800 habitantes. Pero es que en San Sebastián no se fían ya de nada ni de nadie en la competición del KO. Su lista de fracasos y decepciones es largo en su historia reciente, y precisamente los más amargos y sonados le han llegado cuando ha jugado contra un equipo de inferior categoría a partido único en campo rival.
Tanto es así que el dato hasta 2006 da hasta miedo, porque la Copa comenzaba con un duelo a partido único en campo del rival de inferior categoría, y la Real sólo fue capaz de ganar dos partidos y perdió seis. El primer batacazo histórico con el formato de partido único fue contra un rival cercano, el Beasain guipuzcoano, entonces en Segunda B. Le siguió otra derrota dolorosa en campo del Hospitalet al año siguiente. Hasta la mejor Real de la época moderna, la del último subcampeonato entrenada por Denueix, sufrió un golpe duro en la Copa, porque perdió a las primeras de cambio en La Romareda contra el Zaragoza que estaba en Segunda. Al año siguiente, también con el francés en el banquillo, perdió en Mendizorroza contra el Alavés, que acababa de ascender a Segunda. Pero la historia no termina aquí. Es inolvidable la eliminación en Anduva contra un Mirandes en Segunda B. Y tampoco se puede pasar por alto el tropezón en Zamora, también de la división de bronce, a pesar de jugar más de media hora con un jugador más.
El formato a un partido, está claro, que tradicionalmente no le ha beneficiado en nada a la Real, que intentará borrar ese gafe en Palencia contra el Becerril. Y de esa forma intentar repetir lo que hizo en la temporada 1986-87, cuando logró su último título hasta el momento, la Copa del Rey. Aquella temporada también se jugó hasta muy avanzada la competición a partido único, y los donostiarras lograron pasar en casa del Basconia, Montijo y Villarreal, que estaban entonces en Tercera, para después ya a doble partido superar a Eibar, Mallorca B, Athletic y Atlético de Madrid en la inolvidable final de Zaragoza. Los donostiarras quieren emular aquel precedente y olvidarse de todo lo vivido posteriormente. Y por eso Imanol Alguacil no quiere despistes. La Copa tiene mucho valor para el oriotarra.