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D'Alessandro: "Represento un Salamanca histórico que vive en el recuerdo"

El argentino, exportero del Salamanca, recibió este lunes un Trofeo Zamora especial con carácter retroactivo como guardameta menos goleado las temporadas 1974/1975 y 1976/1977.

D'Alessandro: "Represento un Salamanca histórico que vive en el recuerdo"
XAVI JURIODIARIO AS

El argentino Jorge D'Alessandro, exportero del Salamanca, recibió este lunes un Trofeo Zamora especial con carácter retroactivo como guardameta menos goleado las temporadas 1974/1975 y 1976/1977 y aseguró que este título representa "un Salamanca histórico que vive en el recuerdo".

Hace seis años la Unión Deportiva Salamanca desapareció, pero no sus 95 años de historia ni los miles de recuerdos, anécdotas y, en definitiva, la huella que dejó el conjunto salmantino en el fútbol español. Y precisamente de recordar todo lo que ese equipo vivió y aportó a nuestro fútbol se encarga Ángel Martín, un fiel seguidor del extinto equipo que, mediante su blog “Desde mi grada vieja”, relata todo tipo de detalles pretéritos relacionados con el que fue el equipo de sus amores.

Impulsado por su amor incondicional hacia la UD Salamanca y la curiosidad que le acompaña como él dice en su blog “desde que tengo uso de razón”, un día descubrió que hasta en cuatro ocasiones a lo largo de la historia de la Primera División se pudo entregar erróneamente el Trofeo Zamora, que premia al portero menos goleado de la competición. En dos de ellas estaba involucrado nada más y nada menos que el portero de su equipo por aquel entonces: el argentino Jorge D´Alessandro, que podría haber sido el ganador del trofeo en las temporadas 1974/1975 y 1976/1977.

Ángel explica a AS cómo fue su hallazgo: “El hecho de la teórica injusticia de esos dos Zamoras es conocido en Salamanca desde aquellos tiempos, es algo que como apasionado de la desaparecida UDS me acompañó desde crío, pero no fue hasta 2011 cuando, al empezar a escribir mi blog, ahondé un poco más en aquellas irregularidades e incongruencias del reglamento con el objetivo inicial de reflejar simplemente una anécdota de la historia de la Unión Deportiva Salamanca. Fue más recientemente cuando, para justificar una solicitud formal al diario que lo entrega, tuve que revisar vía hemeroteca más profundamente para poder avalar una demanda de esta importancia y fue así cuando di con más hallazgos interesantes que originariamente desconocía, y que sinceramente refuerzan la posibilidad de que se pueda tener en cuenta la propuesta”.

Cuando llegó a España Jorge D´Alessandro no era consciente de la importancia que tenía el Trofeo Zamora, tal y como reconoce a AS: “Para mí era un galardón desconocido, porque el Salamanca era un equipo recién llegado a Primera División. No me di cuenta de lo que respondía el premio, pero era una evidencia que éramos la portería menos goleada de la categoría y yo el portero menos goleado”. De haber conseguido el trofeo, D´Alessandro hubiera sido el primer portero extranjero en alzarse con el trofeo. No obstante, el Pibe asegura no haber hablado del tema nunca con sus compañeros de El Chiringüito que trabajan en el diario que entrega el trofeo.

No fue hasta 1983 cuando se estableció un reglamento para entregar el tan preciado trofeo, el cual indicaba que había que jugar, al menos 28 encuentros de liga, sin especificar la cantidad de minutos disputados en cada uno de ellos. A consecuencia de ello, en las dos temporadas que involucran al exportero del Salamanca, evidentemente no había reglamentación alguna más allá de encajar menos goles que el resto de guardametas de Primera División. En la temporada 1974/1975 el trofeo Zamora fue para Sadurní, que era por aquel entonces el portero del Barcelona, tras conceder 19 goles en 24 partidos, guarismos que le valieron para obtener el mejor coeficiente de la categoría. Por su parte D´Alessandro jugó hasta diez encuentros más o, dicho de otra manera, todos los partidos (34) en aquella liga de 18 equipos y encajó 29 tantos. Con el reglamento establecido a posteriori, el argentino se hubiera llevado el galardón.

Lo ocurrido dos temporadas más tarde fue más extraño si cabe: Miguel Reina y D´Alessandro empatan al tener el mismo coeficiente, pero el tercer decimal decantó la balanza a favor del por aquel guardameta del Atlético de Madrid. En esta ocasión el argentino vuelve a jugar más encuentros (31) y además completos, mientras que Reina juega uno menos (30) pero en uno de ellos juega 55 minutos. Teniendo en cuenta que en las temporadas 1970/1971 y 1972/1973 se otorgaron dos Trofeos Zamora por un caso similar, uno por ser el portero menos goleado y otro por el mejor coeficiente, Ángel cree que estos hechos “justifican aún más la reclamación que se hace”. “La segunda vez fue mucho más duro. Ya habían pasado dos temporadas, sabía lo que significaba el trofeo. Se computó un partido con menos minutos de lo estipulado, me quedé a una milésima de milésima de obtener el galardón con el coeficiente que se manejó. Fue muy duro porque creía que me correspondía haber ganado el trofeo”, confiesa el argentino.

¿Y qué hubiera pasado si esos dos Trofeos Zamora hubieran sido conseguidos por D´Alessandro? Ángel y Jorge tienen sus hipótesis como aficionado y jugador respectivamente. Para el primero “se hubiera hecho justicia con una portería y una línea defensiva que hizo historia en su debut en Primera y que estaban cotizadas en aquellos tiempos”. Por su parte, D´Alessandro cree que la consecución de esos dos galardones hubieran supuesto “un espaldarazo” en su carrera deportiva porque, como él recuerda, tuvo una charla con Víctor Martínez, secretario técnico del Atlético de Madrid por aquel entonces, para firmar por el conjunto rojiblanco: “Ya estaba allí el Panadero Díaz y querían contar conmigo cuando conseguí la carta de nacionalización”. A la puerta del pibe también llamó el Barcelona: “Weisweiler (entrenador del Barça en aquellos años) me consideraba un factor imprescindible para aquel Barcelona que quería construir”.

No se pretende quitar ningún trofeo, sino ampliar ganadores

Ángel Martín aclara que su reivindicación no busca que los porteros que se alzaron con los respectivos Trofeos Zamora pierdan su condición, sino ampliar los ganadores tal y como se hizo en otros años a lo largo de la historia: “El fin de la reivindicación no es más que la homogeinización de la reglamentación entre 1959 y 1983, ya que con esa reglamentación heterogénea y nada clara en todo lo relacionado con los desempates se perjudicó claramente a los subcampeones de cuatro ediciones, dos de ellas con D'Alessandro como damnificado. El objetivo final no es modificar ganadores sino ampliarlos”.

En la misma línea se pronuncia D´Alessandro, en su condición de gran damnificado de esta historia: “En absoluto pretendo quitarles a dos colegas de toda la vida como son Sadurní y a Reina sus trofeos, aquí no se quita ningún galardón obtenido históricamente, simplemente es una reclamación de memoria histórica para que, en otros casos, exista la posibilidad de que hayan dos ganadores”.

Si se rectifican los dos Trofeos Zamora, ¿qué pasará?

El diario que entrega los dos galardones está investigando sobre las erróneas entregas de este premio que la investigación bibliográfica de Ángel Martín descubrió, con lo que el final de esta curiosa historia carece de un final certero, pero lo que si tienen claro Ángel y Jorge es que les daría una gran alegría.

Sería un sueño, hay que tener en cuenta que serían los dos trofeos más importantes de la historia de la Unión Deportiva Salamanca y haber colaborado en ello me llenaría de orgullo. Me alegraría infinito por Don Jorge (D´Alessandro), que los mereció en su día y no los tuvo, por él sin duda, que casi se deja la vida por aquel club, mi equipo del alma, la mayor pasión de mi vida sin que juegue hoy en día. Sería algo increíble. Indescriptible”, admite Ángel.

Para Jorge D´Alessandro sería una “cosa extraordinaria” más para todos los compañeros que le ayudaron a conseguirlos que para él mismo y una “reivindicación” para la Unión Deportiva Salamanca después de tanto tiempo. Lejos de guardarlo en su casa como un gran recuerdo de su carrera deportiva, el Pibe quiere, si es posible, donar los trofeos al fútbol de Salamanca, ya sea en el museo del club o en algún otro de la ciudad, “para que se recuerde a través de los tiempos que el Salamanca obtuvo estos galardones y ojalá que sea un estímulo para que nuevas generaciones puedan superar este hito".