Raúl y el Castilla toman aire a costa del Getafe B

Raúl echó el cierre al 2019 en Valdebebas respirando. Su Castilla esquivó una bala que podía haberle mandado a zona de descenso y generar aún más dudas sobre esta primera experiencia como técnico del filial blanco. Los chavales castillistas se dieron un festín a costa del Getafe B, muy endeble y aún más hundido en el pozo.

El Castilla venía de haber ganado un solo partido en los últimos dos meses y no se atenazó. Firmó una primera media hora excelsa, plena de ocasiones y culminada por Pedro en un rechace al borde del área tras una ocasión de Marvin. Son ya tres goles en las últimas cinco jornadas del altísimo punta blanco, que le ha tomado al fin las medidas a la categoría.

Pero el Castilla de este año no sería él mismo si no le diese una opción a su rival de levantarse. Lo hizo cinco minutos después, pero ahí se agrandó Belman, con una triple parada, con la cara incluso, para salvar el empate. Un aviso que no fue en balde. El Getafe B se armó de confianza pero el Castilla estaba avisado. Y aunque en la segunda mitad salió el equipo de Montoya con el florete y Duro tuvo una ocasión fetén, el equilibrio del partido estaba ya decantado para la cantera blanca.

Fue Fran García el que cerró cualquier puerta cuando, en el 73’, usó el óxido nitroso para meter velocidad a sus piernas y su posterior chut tocó en la pierna de Alba lo suficiente para generar una parábola endiablada por encima de Lavín, exportero de La Fábrica que estaba teniendo una mañana notable. Poco pudo hacer, ya en el descuento, con el golazo por la escuadra de Feuillassier. La culminación a su recuperación tras una gravísima lesión de rodilla. El argentino no pudo reprimir las lágrimas. Y Raúl, siempre tenso en el banquillo, se metió en el túnel de vestuarios con una sonrisa. La imagen de la liberación.