La permanencia del Espanyol, o el retorno del factor Nekounam
Aquella derrota ante Osasuna de 2009, en el minuto 92, presagiaba un descenso seguro. Hoy todo parece peor, pero el escenario es infinitamente más llevadero.
La ponía Patxi Puñal a balón parado para que, como un ídem, Javad Nekounam transformarse en el minuto 92 un gol que helaba la sangre, los corazones y el alma de un Espanyol que se veía en Segunda. El golpe asestado por Osasuna hacía que aquel 22 de marzo de 2009, y a falta de diez jornadas para el final de LaLiga, el descenso se antojaba seguro y la permanencia, a ocho puntos, una utopía que ningún club en esa misma situación había alcanzado jamás.
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Ahora el Espanyol, una década después, vuelve a deambular por el purgatorio como tras aquel espeluznante 1-0 en El Sadar, y de nuevo por una estocada en manos de Osasuna, aunque esta vez en Cornellà, el 2-4 del pasado domingo. Hoy todo parece peor, más feo, inalcanzable, cuando números en mano el escenario es idílico comparado con aquel. Ni la permanencia queda a ocho puntos, pues son cinco los que separan a los pericos del antepenúltimo clasificado, ni quedan diez jornadas para el final, puesto que son 23 las que todavía restan por disputarse.
A raíz del factor Nekounam, aquel Espanyol de Mauricio Pochettino sumó 25 puntos de 30 posibles y se salvó antes incluso de la última jornada. Este puede impulsarse en otra derrota ante Osasuna para redimirse, para que los milagros sean solo una tradición perica más.
