NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ARSENAL 1- BRIGHTON 2

El Arsenal sigue perdido

No hubo efecto Ljungberg y los de Londres cayeron contra el Brighton. Webster golpeó primero y aunque empató Lacazette, en el 79' Maupay silenció el Emirates.

Actualizado a
El Arsenal sigue perdido
BEN STANSALLAFP

Despedir a Unai Emery parece no haber sido suficiente para estimular a un Arsenal que sigue sin rumbo, perdido en una Premier League en la que ya no queda claro cuál es el objetivo. Ante un fantástico Brighton, crecido por la labor de un Graham Potter que está haciendo un trabajo maravilloso, los gunners no fueron capaces de imponerse en lo físico ni en lo táctico ni siquiera ante su afición. El relevo en el banquillo es, más que nunca, imperativo y acuciante.

Y es que el Arsenal perdió ante un Brighton combativo, un Brighton peleón que llegó al Emirates con la sensación de que si se esforzaba lo suficiente podía rascar puntos de uno de los estadios más imponentes de la Premier y donde nunca habían ganado. Y lo hizo gracias a una primera mitad en la que dominó completamente a los gunners metiéndole velocidad al encuentro con y sin balón y marcando el primer tanto pasada la media hora de juego en un saque de córner. Lo hizo Webster, que aprovechó la pasividad defensiva para batir a Leno desde el suelo.

La entrada de Pepe en el descanso supuso un revulsivo para los londinenses, que empataron por medio de Lacazette también en una jugada a balón parado y en una jugada que tuvo que revisar el VAR. El mismo sistema de videoarbitraje que después le quitaría, con razón, un gol a David Luiz por fuera de juego.

Pero el Brighton nunca se rindió y Maupay, con otro testarazo, puso el 1-2 en el marcador cuando el Arsenal más se estaba creyendo la posibilidad de la remontada. Sin ganar en Premier desde octubre, los gunners se quedan en mitad de tabla a la espera de conseguir un entrenador que dote a este equipo de una nueva identidad que les permita reponerse antes de que sea demasiado tarde.